¿Nunca habías oído hablar de Couchsurfing? o ¿Lo conoces y no lo has probado nunca? Pues nosotras te contamos lo que es y nuestra experiencia como couchsufers. Si eres viajero seguro que te interesa.
¿Qué es Couchsurfing?
Couchsurfing es un sistema de alojamiento en casas de gente no conocida previamente (hoster los que alojan y surfer los alojados) y conectada a través de la página web oficial, para que sus miembros «surfeen el sofá» del anfitrión que los aloja en su casa cuando viajan. El sofá es simbólico, ya que no solo es un sofá lo que se ofrece, sino que también puede ser una cama, un colchón…
Couchsurfing lleva funcionando desde el año 2004 gracias a Casey Fenton y su viaje a Islandia; tras enviar más de 5.000 emails para intentar tener alojamiento gratuito, unos 50 le respondieron y al regresar del viaje empezó a desarrollar la idea hasta lo que es hoy en día. La mayoría de la gente le ofreció dormir en el sofá (couch) y lo juntó al propósito de su viaje, que era hacer surfing, y de ahí viene el nombre de Couchsurfing.
En marzo de 2013, tenía 6 millones de usuarios, en 100.000 ciudades de todo el mundo.
¿Cómo funciona?
Si queréis formar parte de este mundillo primero tienes que registrarse en la página www.couchsurfing.org y rellenar el perfil que será tu presentación tanto para los que te pidan alojamiento, como para los que pides tú, gracias a este texto tomarán la decisión de aceptarte o no; es importante acompañarlo de, al menos, una foto.
Después de la experiencia es importante dejar un comentario en el perfil de la persona que alojas o que te ha alojado, puede ser una buena referencia para próximos huéspedes.
La red se basa en la honestidad, respeto y confianza en las personas. No hay que olvidar que hacer couchsurfing no es ir de hotel, así que lo normal es colaborar y tener sentido común.
¿Tengo que pagar algo? 
Couchsurfing es totalmente gratuito, ya que el espíritu es el de ayudar al viajero facilitándole un lugar donde pasar la noche. Enseguida te darás cuenta de que Couchsurfing va más allá de ahorrarte dinero, vivirás experiencias que no vivirías siendo un turista convencional, aprenderás de primera mano sobre la cultura y gastronomía del país, y te aseguro, que surgirán grandes amistades.
La mayoría de los couchs traen algún regalito y muchos cocinan un plato típico de su país (esto nos encanta), ellos mismos aportan la comida.
Preguntas más frecuentes que nos han hecho
– ¿No te da miedo que te roben? De robar, la verdad es que no van a poder llegar muy lejos con lo que se lleven, jajajaja. No poseemos importantes cosas materiales, y, si se diera el caso, lo pondría en el comentario del perfil del «ladrón».
– ¿Y si te hacen algo? Cuando nos hacen esta pregunta nos entra la risa y contesto: ¿Y si se lo hacemos nosotras a ellos?. Nunca hemos tenido el más
mínimo problema con ninguno, y hay que tener en cuenta que tú no sabes a quien metes en tu casa, pero ellos tampoco saben en la casa de quien se meten, así que en eso estamos empatados.
Nosotras tenemos fe en las persona. Todos los couchsurfers que han pasado por casa tienen algo muy importante en común con nosotras, que es viajar, el interés por conocer gente de otros países y las ganas de pasarlo bien, y eso es lo que tratamos de hacer.
– ¿Pero no te pagan nada? Siempre contestamos con un no rotundo, ¡No todo en esta vida es el dinero!. «Pero a vosotras os causan un gasto», si, bueno, íbamos a ser ricas de no estar en Couchsurfing…, una ducha y un desayuno no nos sacan de pobres, os lo aseguro, y la experiencia nos enriquece.
A esta pregunta nos viene otra a la mente ¿Si nos pagasen algo, dejaría de ser peligroso? Qué poder tiene el dinero ¿eh? Si hay dinero de por medio ya no existe peligro alguno.
– ¿Cómo eres capaz de meter desconocidos en casa? Sí, desconocidos pero con algo muy importante en común que es el viajar, y nuestra experiencia viajera nos permite conocer el espíritu de la gente.
Nosotras vivimos en un pueblo pequeño en el que todos nos conocemos. En alguna ocasión los couch llegan en autobús y la cara de asombro de los vecinos al ver bajar a taiwaneses o hongkoneses es un poema. Les llama mucho la atención y en cuanto tienen ocasión nos aporrean a preguntas.
Nuestra experiencia con Couchsurfing
Para nosotras es una manera de viajar sin movernos de casa; acoger a gente de cualquier parte del mundo nos transporta a los distintos países a los que pertenecen nuestros huéspedes.
Nos han contado historias muy interesantes y enriquecedoras. Con gran parte de nuestros couchsurfers mantenemos el contacto, con muchos queda una gran amistad y todos nos ofrecen la posibilidad de disponer un sofá o una cama en muchos países del mundo.
La primera vez surfeamos fue en Rovaniemi (Finlandia). Oswaldo (chileno) y Laura (filandesa) nos acogieron en su casa por dos noches. Antes de eso, nos recogieron en el aeropuerto y después nos llevaron a ver a Papá Noel. Por la noche salimos todos juntos en busca de la aurora boreal y al día siguiente nos acompañaron a echar unas carreras con los trineos de huskies. No había mejor manera de comenzar nuestra experiencia como surferos.
Sarah y Steven, dos músicos australianos hicieron que nos estrenásemos como hosters. Se alojaron dos noches en nuestra casa y nos lo agradecieron con un concierto privado de 2 horas en el salón de nuestra casa. Al día siguiente, los vecinos nos dijeron que por qué no les habíamos invitado.
Apenas habíamos despedido a los australianos cuando nos llegó la solicitud de Nadine de Alemania y Elizabeth de Carolina del Norte, dos amigas que estaban recorriendo España de fiesta en fiesta; que si Fallas, San Fermín, la tomatina, la feria de abril… menudo repaso fiestero nos dieron.
Daniela de Alemania quería recorrer mundo y sabemos que actualmente está en Madagascar.
Silvia, estoniana y de muy buen corazón, no pudo acogernos en su casa, pero nos enseñó Tallín de cabo a rabo. Nos recibió con una caja de bombones para cada uno, por la noche la invitamos a cenar. Aún nos sigue escribiendo diciéndonos que nos echa de menos.
¿Qué contaros de Jose?, un sevillano toooodo arte. Nos acogió en la casa de su madre por tres noches, donde también vivía su hermana. Su madre nos cedió su habitación y por las noches nos cocinaba como que no hubiese una mañana, todo super riquísimo, creo que en esta casa engordé 3 kilos en dos días. Jose no nos dejó solas ni un solo momento, nos decía que éramos su responsabilidad y que no quería que nos pasase nada, jajajaja que salao!. Sin duda una familia especial y espléndida a la que volveremos a visitar seguro.
Verónica de Perú y Valerio de Italia viajaban con una planta de basílico para cocinar pasta a sus hosters, buenísima la pasta y menudo atracón nos metimos.
Ilaria de Italia y Jordi de Barcelona nos robaron unas horas de sueño intentando arreglar el mundo, conversaciones de estas que no quieres que acaben nunca.
La visita de Oscar fue fugaz, vivía en Toulouse, pero andaba de paso para visitar a unos amigos. ¡Gracias por el vino, Oscar!.
Esperanza, ese es el nombre que eligió para que los españoles la pudiéramos llamar porque su nombre taiwanés es impronunciable. Nos contó un montón de cosas interesantes de su país. La verdad es que era todo dulzura. De estas dos maneras nos escribió VIPAVI en chino.
Lydia (estadounidense) hija de diplomático, nos acogió por una noche en su pedazo de apartamento en West Bay en Doha, no sólo con eso nos invitó a cenar en el zoco Souq Waqif acompañadas de su chófer.
Natalia nos contó que en Moscú la Navidad comienza el 6 de enero. Esa fue parte de nuestra conversación interminable, una pena no haber podido pasar más tiempo juntas.
Juan Carlos, nuestro couchsurfer de Plasencia. Un tío desprendido, su casa era nuestra casa, bueno casa, vivía en unas instalaciones que iban a ser una residencia, imaginaos lo grande que era aquello.
Todas las experiencias han sido buenísimas, pero si tenemos que destacar una sería la de James y Jane, una pareja de hongkoneses la mar de salados, a los que engachamos al calimotxo. Fueron dos noches de risas sin parar. La primera les cocinamos nosotras comida típica de Burgos y la segunda nos cocinaron ellos.
¿Tenéis experiencias o alguna anécdotas con couchsurfing? nos encantaría que nos la contaseis.
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