La Ribera del Duero burgalesa es principalmente conocida por su gastronomía y sus excelentes vinos, gracias a las ricas propiedades de su suelo y al buen hacer de los bodegueros ribereños. Pero esta comarca es mucho más que vino. Bañada por el río Duero, la Ribera del Duero burgalesa también fue tierra de nobles. No debemos olvidar que esta comarca fue frontera natural entre los reinos cristianos del norte y los musulmanes del sur en los lejanos días de la reconquista, por lo que sus tierras guardan una densa historia y un rico patrimonio artístico. La grandeza de sus iglesias y monasterios nos muestran los secretos del pasado.
Aranda de Duero
Si por algo es conocida la capital de la Ribera del Duero es por su vino y su cordero asado, pero también cabe destacar su patrimonio arquitectónico en el que destaca:
Iglesia de Santa María la Real
Fue construida entre los siglos XV y XVI sobre una iglesia anterior, que era de estilo románico, de la que sólo queda la torre. Esta joya de estilo gótico acogió en 2014 la XIX edición de Las Edades del Hombre. Uno de los constructores de su fachada gótico-isabelina fue Simón de Colonia.
Iglesia de San Juan
Es un templo católico construido entre los siglos XIV y XV. En la actualidad no tiene culto, pero alberga el Museo de arte sacro. En este edificio se celebró el Concilio de Aranda en 1473, bajo el reinado de Enrique IV. Fue declarado Monumento Nacional en 1982.
El Palacio de los Berdugo
El palacio de los Berdugo es un buen ejemplo de la arquitectura castellana del siglo XV. En su fachada de piedra de sillería destacan los escudos de las familias poseedoras del mismo y en su interior un patio porticado con doble balaustrada de columnas de madera. Es un espacio singular y único en la Ribera del Duero. Se dice que en 1808 Napoleón se hospedó en él.
Puente de las Tenerías
Este puente románico de origen medieval no cruza el río Duero sino uno de sus afluentes, el río Bañuelos. Actualmente tiene un solo ojo, pero originalmente tenía dos. El ojo que ahora está cegado servía para suministrar agua a las tenerías, que eran los talleres donde se curtían las pieles.
Casa de las Bolas
Es un palacio de finales del siglo XV, donde se dice que vivió la reina Juana de Avis, esposa de Enrique IV. Actualmente alberga el museo Félix Cañada.
Calle Isilla
La calle Isilla es una de las arterias de la ciudad por la que sin duda pasearás en tu visita a Aranda. Es una calle peatonal y comercial donde encontrarás varios restaurantes y donde podrás degustar ricas tapas acompañadas de un buen vino y, por supuesto, un sabroso lechazo, aunque no tendrás problema de encontrar un asador en cualquier parte de Aranda y alrededores.
Bodegas Subterráneas
Con una longitud de 7 Kilómetros y a unos 13 metros de profundidad, las bodegas subterráneas de Aranda forman uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad mostrando parte de la historia de la Ribera del Duero. Los arandinos de los siglos XIV y XV excavaron bodegas bajo sus casas, un entramado de túneles que discurren por el subsuelo de la ciudad. En 2015 fueron catalogadas como Bien de Interés Cultural.
Humilladero
Se encuentra a las afueras de la villa. Fue levantado en el siglo XVI y en él destaca su artesonado y las imágenes góticas de la Virgen y el Cristo.
Santuario de la Virgen de las Viñas
Construido en el siglo XVII. En él se encuentra la patrona de Aranda de Duero, una bella imagen de la Virgen con el niño del siglo XV.
Santa Cruz de la Salceda
Merece la pena una visita por esta pequeña villa. En la Plaza Mayor encontramos el Ayuntamiento y a un lado, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVII y con una bonita espadaña de tres niveles. En esta plaza se encuentra el original y atractivo Museo de los Aromas. Este museo es único en su género en Europa. Tiene una parte lúdica para disfrutar reconociendo aromas. Existen los aromas del recuerdo, de los cuales algunos consiguieron transportarnos a nuestra infancia, los aromas que sanan, los que enferman, los aromas de peligro, los aromas cítricos, la aromaterapia, los perfumes, por supuesto los del vino…y así hasta una colección de 92 aromas. Y tiene otra parte didáctica relacionada con la investigación sobre el sentido del olfato.
Desde la plaza se puede ver en lo alto de la montaña, el mirador de la Cruz, donde hay unas bonitas vistas y un humilladero del siglo XVII.
Monasterio de La Vid
Fundado a mediados del siglo XII, se convirtió muy pronto en una de las abadías premostratenses más importantes de Castilla. Las sucesivas reformas y ampliaciones han originado una construcción de enormes dimensiones en la que se mezclan elementos de distintas épocas y estilos. Entre todos destacan el claustro y la cabecera de la iglesia, renacentista de la primera mitad del siglo XVI. El monasterio, que en nuestros días está regido por agustinos, guarda otros muchos tesoros artísticos, como el retablo renacentista de la capilla mayor, con notables pinturas napolitanas. También son reseñables la escalera real, la sala capitular, la sacristía, el coro, la biblioteca y la elevada espadaña de la iglesia. Todos estos elementos son barrocos y se construyeron entre los siglos XVII y XVIII.
Visitas guiadas: 10:30 – 11:30 y 12:30 horas.
Peñaranda de Duero – Monumento histórico artístico
Es sin duda uno de los pueblos más bonitos de España. Amparado bajo las ruinas del castillo medieval de los Avellaneda la villa se extiende en torno a la calle Real y la elegante plaza del Duque. Cuenta con varias casonas nobles y viviendas tradicionales de piedra y adobe.
Excolegiata de Santa Ana
Presidiendo la Plaza Mayor se alza la excolegiata de Santa Ana, construida entre los siglos XVI y XVII. La portada es de estilo barroco clasicista. En la parte superior aparece la imagen de Santa Ana y los escudos de los Zúñiga y Avellaneda.
En el interior de esta iglesia de una sola nave sobresale el retablo neoclásico que preside el altar mayor diseñado por Ventura Rodríguez en 1783. Un elemento de especial interés es el Cristo yacente articulado del siglo XVII.
Palacio de los Zúñiga y Avellaneda
Fue construido a principios del siglo XVI por mandato del Tercer Conde de Miranda, D. Francisco de Zúñiga y Avellaneda a Francisco de Colonia. Este palacio es conocido por sus impresionantes techumbres mudéjares y por sus bellas yeserías platerescas. Es sin duda una de las joyas del plateresco español. En su interior nos encontramos con un magnífico patio de doble arquería decorado con medallones. Al piso superior se accede por una gran escalera de honor donde nos encontraremos con elegantes estancias decoradas con ricos artesonados góticos, mudéjares y renacentistas, como el salón de Embajadores, presidido por una finísima chimenea de estucos, sobre la que se abre una tribuna cerrada con fina celosía, desde donde la música sonaba en las grandes fiestas palaciegas.
Botica de los Ximeno
Es uno de los establecimientos farmacéuticos más antiguos de España, fue inaugurada por Andrés Ximeno en 1685. Sigue manteniendo su disposición original, en los anaqueles de la botica y la rebotica reposan más de 300 tarros de cerámica de Talavera y decenas de frascos de vidrio soplado que guardan los más extraños bálsamos, ungüentos, emplastos y aceites.
Castillo de Peñaranda de Duero
En lo alto del cerro pudimos ver los restos del castillo medieval. Su fundación se remonta a los tiempos del Conde de Castilla, Fernán González, cuando el río Duero se alzó en frontera divisoria de moros y cristianos, pero fue en el siglo XVI cuando el Conde de Miranda lo convierte en lo que es actualmente.
En el centro destaca la torre del homenaje, de planta cuadrada, que cuenta con cuatro pisos de vigas de madera.
Zazuar
Continuamos la ruta por Zazuar, un pueblo que te enseñarán con gusto los voluntarios del programa «Ribera Voluntaris«. Un proyecto que abarca diez pueblos de la zona, en el cual los propios habitantes, a través de rutas guiadas, se esfuerzan en conservar la cultura, el patrimonio y los valores de sus pueblos, evitando que caigan en el olvido.
Zazuar también era conocido como el pueblo del agua y el vino y como el pueblo de los escoberos, debido a que en los años 50 había treinta talleres de escobas, además de otros oficios como herreros, carpinteros, fábricas de alcohol y tejeras.
Lo más destacado es su iglesia y sus bodegas subterráneas, todas ellas orientadas al norte para que entre el frío y conserve el vino. El aire entra por las puertas y sale por las zarceras, unos respiraderos que se encuentran junto a la bodega. Con este sistema se crea una corriente de aire que evita que la humedad permanezca en la bodega y estropee el vino.
Teatro romano de Clunia
Aunque sólo conserva su esqueleto, el teatro es el resto arquitectónico más llamativo de Clunia. Medio excavado en una de las rocosas laderas del cerro, fue construido a principios del siglo I d.C. Con capacidad para 9.144 espectadores, es el de mayor aforo de toda la Hispania romana y además de las representaciones teatrales su escenario acogió luchas de gladiadores y combates entre fieras. Los espectadores también podían contemplar desde sus localidades el impresionante panorama natural abierto debajo de la planicie en la que se alzaba la ciudad.
Caleruega
Cuna de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden de Predicadores y patrono de la provincia de Burgos. Destaca el conjunto conventual construido alrededor del torreón de los Guzmanes. La iglesia se levanta sobre la casa donde nació Santo Domingo en 1170. La iglesia parroquial de San Sebastián cuenta con portada y torre románicas y guarda la tumba de Santa Juana, madre del Santo calerogano.
En el conjunto monumental de Caleruega destacamos:
Iglesia de San Sebastián
Data del siglo XII y es de estilo románico. De la original se conserva la entrada, el campanario y el presbiterio. Dentro podemos encontrar un Cristo en la cruz colgante y varias tallas de santos, entre los que destacan San Sebastián y la Virgen de la Candelaria. También el sepulcro de la Beata Juana. En este templo fue bautizado Santo Domingo. La pila bautismal no es la original, pues se trasladó al monasterio madrileño de Santo Domingo el Real donde actualmente se bautiza a toda la Familia Real Española.
Real Monasterio de Santo Domingo
Este monasterio está habitado por monjas dominicas. Data del siglo XIII y en su origen lo habitaron canónigas de San Agustín, pero tras la canonización de Santo Domingo, el rey Alfonso X el Sabio otorgó a Caleruega, en el año 1266, un privilegio rodado en el que se enviaban monjas dominicanas de San Esteban de Gormaz pasando el monasterio a ser de esta orden. En el claustro se encuentra el sepulcro de la infanta Leonor, hija de Alfonso X el Sabio.
Adyacente al monasterio se encuentra el convento de los Dominicos. Esta casa espiritual data de la década de 1950. En el interior existe un museo adaptado para ciegos y tras bajar unas escaleras se encuentra la Bodega de la Beata Juana con una representación de su milagro el cual dice que estando el venerable Félix en la guerra, Juana, su esposa, vació todas las cubas de vino para dárselo a los pobres de la villa. Al llegar el noble ella rezó y las cubas aparecieron llenas de vino nuevamente.
En el claustro de dicho convento se encuentra el torreón de los Guzmanes. Una torre de defensa construida durante el siglo XII, aunque sus almenas son de 1950.
Si desea concertar una visita, ponte en contacto con la Oficina de Turismo de Caleruega.
Tubilla del Lago
Podemos decir que Tubilla del Lago es un pueblo con mucho arte y sobre todo, con muchos artistas. Los vecinos de este pueblo de la Ribera del Duero de apenas 150 habitantes, se niegan a que su pueblo carezca de interés debido a la falta de patrimonio, así que han tomado la iniciativa de pintar las paredes y las fachadas de su pueblo, con murales coloridos, creando una ruta por todo el municipio y que tienen intención de hacerla crecer. Entre estos murales se encuentra el más grande de toda Castilla y León de 318 metros cuadrados.
Gumiel de Izán
Nuestra primera parada la hacemos en Gumiel de Izán. Este pueblo se halla en un pequeño alto entre los valles del Gromejón y Puentevilla. Tiene un rico pasado que se remonta como mínimo, a la época romana, ya que por aquí pasaba la vía romana Clunia-Astúrica.
Gracias a su emplazamiento y a la rentabilidad de los viñedos, Gumiel de Izán se convirtió en una rica y disputada villa. En algunos momentos de su historia pasó por las manos de distintos señores feudales: el marqués de Santillana, el conde de Ureña y el duque de Lerma, entre otros. Fue declarada Villa Real en 1326 por el rey Alfonso XI.
La población contó con castillo y estuvo totalmente amurallada. De la fortaleza y las murallas, que ya estaban levantadas en el siglo XV, quedan los cimientos en lo alto de un cerro. Sus estrechas y empedradas calles y las casonas de piedra con entramados de madera, escudos y cuerpos voladizos aún conservan un aire medieval.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Es uno de los templos más destacados de la Ribera del Duero burgalesa. Dedicada a Santa María fue construida en los siglos XV y XVI, añadiéndose su monumental fachada en el siglo XVII, en la que se pueden ver relieves de la Asunción y la Coronación de la Virgen. En el interior destaca el grandioso retablo que preside la nave mayor. Sus veinte relieves contienen escenas de las vidas de Cristo y su madre.
La sacristía es un museo de arte sacro donde se puede encontrar un melancólico San Juan del siglo XIV, la románica Virgen de Tremello, tablas hispanoflamencas y numerosas joyas y ropajes litúrgicos.
Bodega Pradorey
Visitar una bodega es una actividad obligada en una visita a la Ribera del Duero, y si encima esta tiene muchísima historia, ofrece alojamiento, unos sabrosos menús castellanos y curiosas y divertidas actividades enoturísticas durante todo el año mejor que mejor.
En 1503, la reina Isabel la Católica adquiere la finca de Ventosilla. Tras su muerte, la finca pasó a manos de su hija, la reina Juana, y posteriormente al primogénito de ésta, que en 1521 la dona al Marqués de Denia. En 1600, su nieto, el Duque de Lerma, fue el que iniciaría la explotación agrícola de la finca y el que ordenaría la construcción de la actual posada de estilo herreriano para ofrecer albergue al Rey y para recreo de caza. Estas visitas hicieron que desde entonces la finca fuera conocida como “Real Sitio de Ventosilla”. Rubens y Lope de Vega también fueron unos de los ilustres que pasaron por aquí.
Junto a la Posada Real se encuentra la iglesia de San Andrés. Esta iglesia reconstruida en los años 50 alberga una magnífico retablo gótico dedicado a San Andrés de finales del siglo XV.
5 marzo, 2019 a las 19:10
Cuántas cosas interesantes a un pasito de casa!
Muchas gracias por tanta información como compartis!
6 marzo, 2019 a las 15:43
Gracias a ti por seguir nuestras andanzas.
6 marzo, 2019 a las 10:36
¡Hola!
Cuánto he aprendido en este post, no tenía ni idea de esta comarca y veo que tiene un montón de atractivos. Lo de las bodegas subterráneas suena de lo más interesante y como decís el patrimonio es buen motivo para una escapada a la Ribera del Duero. ¡¡Ese teatro romano!!!
Un abrazo.
6 marzo, 2019 a las 15:48
La verdad es que merece muchísimo la pena una escapada por esta zona, además de lo citado tiene mucha historia y una gastronomía para chuparse los dedos. Gracias por tu interés en nuestro post, un saludo Maruxaina.