Desayunamos y salimos en busca de la colonia de focas. De los caminos sobre los que habíamos leído hacia los acantilados no había ni rastro, no sabíamos por donde buscar.
Fuimos en busca de wifi y enseguida localizamos (siempre hay redes abiertas) para intentar buscar más información pero nada de nada. A lo lejos vimos un viandante al que literalmente abordamos para preguntarle sobre la colonia de focas, pero no hablaba inglés así que le hicimos un gesto con la mano de que esperase un momento (no podíamos dejarle escapar, no sabíamos cuando íbamos a volver a ver otra persona) y corrimos a la autocaravana a por la guía para poder señalar una foto de una foca e intentar hacerle entender que si había por allí cerca. El gesto con su cabeza era claro, era un no rotundo. Decidimos no perder más tiempo y nos pusimos en marcha, hoy nos esperaba el día más duro del viaje kilométricamente hablando.
Hicimos 22km por la 74 para retomar la Ring Road (carretera 1). Durante el trayecto vimos un montón de simpáticas ocas que corrían despavoridas a nuestro paso por praderas interminables de un verde imposible.
30km antes de llegar a Borgarnes hicimos parada en los cráteres Grabrokargigar. A pie de carretera hay una pequeña explanada que hace de parking donde dejamos la autocaravana. Comenzamos el ascenso por un camino de maderas sobre lava que parecía que habían colocado para nosotras. Estaban tan nuevas que daba la sensación de que nadie las había pisado antes.
Hay dos cráteres, Stóra Grábrók y Grábrókarfell. Había un tercero, Litla Grábrók, pero desapareció debido a las operaciones mineras. Por eso están protegidos como monumentos naturales desde 1962.
Se cree que estos cráteres son menores de 3.600 años. La lava cubre gran parte del valle Nordurárdalur.
Continuamos nuestra ruta hacia Gerduberg, en la península de Snaefellsnes, a 115km de Reikiavik. Nos desviamos de la carretera 1 para recorrer la península por la 54.
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Gerduberg son columnas de basalto de entre 1 y 1,5 metros de ancho y de 7 a 14 metros de alto.
Las columnas basálticas son formaciones regulares de pilares verticales, normalmente con forma hexagonal, que se forman por fractura progresiva de la roca durante el enfriamiento relativamente lento de lava en calderas o laderas donde no puede desbordarse. Cuanto más lento sea el proceso las columnas seran más grandes y regulares.
Desde la carretera se ve la hilera de columnas, pero tuvimos que tomar un camino sin asfaltar durante un kilómetro y medio para poder estar al pie de estos monstruos de basalto, donde cambia la perspectiva totalmente y donde se aprecia de verdad su tamaño.
Hay una pequeña ladera que se sube sin dificultad pero no sin pena, toda la superficie que se pisa está decorada con plantas de colores verdes y rosas intensos con hojas de mil y una formas.
Parecía que empezaba a chispear, así que nos despedimos de aquella maravilla curiosa catalogada como patrimonio natural. Nos esperaba un largo camino.
Nuestra intención era seguir por la 54 hasta llegar a Olafsvik para poder divisar el volcán Snaefellsjökull, el que sirvió a Julio Verne para llegar al centro de la tierra. Pero durante casi todo el trayecto hubo una niebla muy espesa que no nos dejaba ver nada (debe ser lo normal y lo sabíamos, pero… y si sonaba la flauta?) así que desistimos antes de llegar al volcán y continuamos por la 54 hasta enlazar de nuevo con la Ring Road hasta poco antes de llegar a Reikiavik.
El día había empezado mal, no encontramos la colonia de focas y para remate nos encontramos la zona de Snaefellsjökull con una niebla espesísima impidiéndonos ver el volcán, pero estabamos felicides, estabamos en… Islandia!!.
De camino tomamos el túnel Hvalfjördur. Tiene 5.762 m de longitud y alcanza una profundidad máxima de 165 metros por debajo del nivel del mar. Fue inaugurado el 11 de julio de 1998.
Acorta la distancia de Reikiavik hacia el oeste y el norte de Islandia en unos 45 km. Este túnel permite cruzar el fiordo en unos 7 minutos en lugar de la hora que se tardaba antes de su construcción.
Cruzarlo cuesta 7 €.
Llegamos a Mosfellsbaer, una pequeña población en la costa occidental de unos 8.500 habitantes, está situada a 17km al norte de la capital. Allí pasaríamos la noche antes de visitar Reykiavik y la gran Laguna Azul.
En Islandia hay un dicho que dice: Si no te gusta el tiempo, espera cinco minutos.
Unos datos para que nos hagamos una idea de la poca densidad de población de la isla:
Islandia tiene una superficie un 20% más grande que Irlanda, sin embargo, Irlanda tiene censados más de seis millones de habitantes, mientras que Islandia tiene 331.000 habitantes.
Desde que Islandia comenzó a poblarse allá por el 870, su número de habitantes ha crecido 4 veces, mientras que Noruega, el país de los primeros vikingos colonizadores de Islandia, lo ha hecho en una proporción de 70 veces.
Debido a esto, todos los islandeses son familia en algún tipo de grado: la mayoría son primos segundos, o terceros. Es el único país del mundo en que se conserva el árbol genealógico de todos sus habitantes, y antes de establecer una nueva relación en pareja, es habitual consultar la base de datos de parentescos del país para saber qué grado de consanguinidad tienen con sus pretendientes. Hay incluso aplicaciones móviles en donde pueden consultarlo al instante.
6 marzo, 2016 a las 12:07
"(No podíamos dejárnosle escapar, no sabíamos cuando íbamos a ver otra persona)"… Vaya frasesíta…Me encanta! Dice tanto de lo peculiar de este destino…. También me encantaron las florecillas
6 marzo, 2016 a las 12:10
Paco así es, la gente en Islandia abunda por su ausencia. Un saludo
15 marzo, 2016 a las 17:51
Cómo es la naturaleza de caprichosa.. las columnas de basalto son una pasada!
Me encantan los paisajes que sacáis en las fotos… Islandia es espectacular!
15 marzo, 2016 a las 17:57
Así es, la palabra espectacular se queda corta. No encuentro la palabra con la que definir Islandia.