¿Sabías que Francia es el primer país de Europa en turismo subterráneo? Hoy en día se conocen más de 100 cavidades naturales en el país francés, que acogen a más de 4.000.000 millones de visitantes anualmente. La ANECAT (Asociación Nacional de Explotación de Cuevas Acondicionadas para el Turismo) cuenta con casi el 80% de las cuevas, abismos, simas y ríos subterráneos de Francia, de los cuales un 25% son sitios prehistóricos.
Adentrarse para explorar el mundo subterráneo a través de una cavidad creada por el agua durante millones de años te proporciona una experiencia de otra dimensión. El silencio absoluto y el decorado surrealista hace que te abstraigas de la realidad y te olvides de la superficie como si abandonaras la Tierra cuando en realidad te estás introduciendo en ella. Esto es lo que sentimos cuando visitamos todas y cada una de estas 8 cuevas que tuvimos la suerte de conocer en nuestro reciente roadtrip por Dordoña – Perigord y de las que te hablamos a continuación, pero antes unos consejillos.
Datos a tener en cuenta antes de visitar las cuevas
- La temperatura interior de cualquiera de las cuevas es de 13-14ºC todo el año, es recomendable llevar un jersey y calzado cómodo.
- Informarse si se puede hacer fotos para no cargar con la cámara en vano.
- Siempre es recomendable reservar la entrada online, pero sobre todo en temporada alta.
- Informarse a qué hora cierran las taquillas para no llevarte una sorpresa, ya que en Francia cierran todo bastante pronto.
- Todas las cuevas disponen de parking gratuito.
Cueva de Proumeyssac (La Catedral de Cristal)
Proumeyssac quizás no fue la cueva que más nos fascinó de las ocho que visitamos, pero esta pequeña cavidad tiene una gran particularidad que la hace especial: su espectáculo de luz y sonido y la posibilidad de introducirse en la cueva descendiendo 50 metros en una canasta desde la cual se obtienen unas vistas de 360º de su gran bóveda y de las paredes adornadas por multitud de cristalizaciones excepcionales.
En 1907, cuando se exploró la sima, ya se instaló la primera canasta que permitía el descenso a la cueva. Unida a un sólo cable tirado por un caballo, permitía a los visitantes bajar a la cavidad de tres en tres y giraba aleatoriamente sobre sí misma ofreciendo una vista panorámica a los visitantes. En la actualidad una nueva góndola automatizada permite bajar hasta once personas y girar 360º recreando esa sensación.
Las instalaciones cuentan con un museo donde se explica la historia del descubrimiento de la cueva. Además, hay un parque lúdico-pedagógico, lo que permite a los niños familiarizarse con el mundo geológico.
Horarios y otras tarifas: consultar aquí
Cueva de Maxange
En el pueblo de Le Buisson de Cadouin, la cueva de Maxange ofrece una gran variedad de concreciones: estalactitas, estalagmitas y también paredes enteras cubiertas con aragonitos. Sobre todo presenta una abundancia de fabulosas cristalizaciones poco comunes llamadas excéntricas, que tienen la particularidad de desafiar a la gravedad. Una de las formaciones más curiosas es la que nos recuerda a la silueta de un loro.
Este lugar era una cantera que abrió Maximiliano Caballero en 1960 y que siguió dirigiendo su hijo Ángel en 1984. Fue 16 años más tarde, en el año 2000, durante la explotación de esta cantera, cuando apareció un agujero en el acantilado en el que Ángel decidió entrar por curiosidad, descubriendo una galería impresionante de unos 90 metros, donde se encontraban todo tipo de concreciones. Ángel tuvo que trabajar duro para hacer visitable la cueva. Para ello tuvo que sacar más de 3.000 m3 de tierra, y consiguió que se abriera al público en el verano de 2003. En 2009 se abrió otra galería y a día de hoy, aún quedan zonas pendientes de explorar.
Ángel decidió llamar a la cueva Maxange (contracción de Maximiliano y Ángel), en recuerdo a su padre. Hoy, Maxange es conocida como una de las cuevas con cristalizaciones más bellas de Francia, donde se puede descubrir sus misterios acompañado con luz y sonido.
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Cueva de Domme
Nadie puede imaginar que bajo Domme, esta Bastida del siglo XIII, se esconda una joya subterránea. Fue descubierta por casualidad (como la mayoría de la cuevas) por unos niños mientras jugaban. Gracias a ellos podemos admirar varias salas con tesoros únicos, columnas, millones de estalactitas y fístulas, estalagmitas y un espejo de agua.
La entrada actual se encuentra en la plaza principal de Domme, en la parte trasera de la oficina de turismo, donde se adquieren las entradas para entrar a la cueva. La salida a la superficie se realiza en un ascensor panorámico con unas vistas preciosas del valle de Dordoña.
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Cuevas prehistóricas de Cougnac
Las cuevas de Cougnac se encuentran a 3 kilómetros del pueblo de Gourdon, en la región de Lot. Se trata de dos cavidades situadas a 200 metros la una de la otra.
La primera cueva fue descubierta en 1952, y contiene numerosas estructuras geológicas, entre otras, estalactitas tubulares similares a las de otras cuevas del valle de Lot.
La segunda cueva, de 200 metros de longitud, contiene representaciones del Paleolítico Superior repartidas en tres salas. Estas salas fueron decoradas con dibujos y no pinturas, ya que sólo se dibujó el contorno. Se han encontrado 505 representaciones realizadas con carbón y ocre, de ciervos, megaceros, cabras, mamuts y marcas hechas con los dedos, que provocan el efecto ¡¡Wow!!.
Estas cuevas nunca fueron habitadas, su uso fue meramente ceremonial. Nuestros antepasados guardaban la existencia de las cuevas en riguroso secreto, mostrándoselas únicamente a visitas importantes.
Horarios y otras tarifas: consultar aquí
Copyright: Francis Jach
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Cueva de Lacave
Esta cueva se encuentra a 9 kilómetros de Rocamadour. La particularidad de esta cueva es que para acceder a ella hay que recorrer 400 metros en un pequeño tren a través de un túnel. Una vez recorrida esta distancia, hay que tomar un ascensor hasta las galerías visitables.
Cada una de las 11 salas es espectacular, pero cada una tiene su particularidad. Comenzamos por la sala del Caos, la sala central de la cueva. En la sala de la Tarasca nos encontramos con una formación bien parecida a la cabeza de un cocodrilo. En la sala de las tres Parcas toman protagonismo unas columnas impresionantes. En la sala de la Virgen y los órganos hay un saliente rocoso de unas 20 toneladas que ni toca el suelo ni la bóveda. Y en la sala de las Maravillas, la luz ultravioleta da una fosforescencia a las estalactitas haciendo que los extremos de las formaciones calcáreas brillen como que fuesen estrellas.
Entre 160 y 175 millones de años han tardado en formarse cascadas petrificadas, lagos en el lugar más profundo de la cueva (150 metros) que sobrepasa los 2,5 metros de profundidad y que son auténticos espejos y otras formaciones espectaculares, en algunos casos inexplicables.
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Cueva de Padirac
Situada en pleno centro del Valle de Dordoña, a 8 kilómetros de Rocamadour, Padirac es la cueva más impresionante de Francia y una de las más fascinantes de Europa. Sólo con asomarte a su gran cavidad ya quedarás perplejo y no podrás controlar las ganas de descubrir qué esconde.
La visita comienza descendiendo en ascensor o a pie 103 metros. Una vez en las profundidades nos introducimos por sus galerías subterráneas caminando a la par del río, hasta llegar al embarcadero, donde levamos anclas para disfrutar de un paseo en barca durante unos 500 metros hasta llegar al Lac de la Pluie, donde llamará poderosamente nuestra atención una impresionante estalactita de 60 metros de altura, la Grande Pendeloque. Aquí desembarcaremos para continuar la visita andando hasta llegar a la sala del Lac des Gours, pero antes disfrutaremos de increíbles espacios como la Sala du Grand Dôme, cuya bóveda se eleva 94 metros y donde verás el Lago Superior, situado a 27 metros encima del lecho del río, además de multitud de maravillas geológicas formadas por la naturaleza desde hace millones de años.
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Cueva de Presque
Esta cueva fue descubierta en 1825, pero no abrió al público hasta casi 100 años después, en 1922. Situadas a 22 kilómetros de Rocamadur y a 9 km de Padirac, la cueva de Presque ofrece a los visitantes una secuencia ininterrumpida de concreciones de todas las formas. Además de sus concreciones, la cueva ofrece a la mirada muchos pilares de estalagmitas de 8 a 10 metros de altura, algunos de gran finura.
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Cueva de Pech Merle
La verdad es que nos sentimos muy afortunadas de poder visitar esta impresionante cueva de 25.000 años de antigüedad, ya que a diferencia de las pinturas de la cueva de Lascaux, las de Pech Merle son auténticas. La gruta se encuentra en Cabrerets, en el Valle del Célé, y está considerada monumento histórico de Francia ya que es una de las cuevas más importantes de arte paleolítico en Europa.
Esta cueva fue descubierta en 1922 pero hasta 1926 no se abrió al público. Para conservar su interior se ha limitado el número de visitantes a 700 personas diarias en grupos de 25 personas como máximo. Cuenta con siete salas llenas de concreciones minerales que maravillan al visitante pero su plato fuerte son sus extraordinarias pinturas prehistóricas, que incluyen dibujos de mamuts, caballos, bisontes, siluetas humanas y manos. Durante la visita también se pueden ver unas impresionantes raíces de roble que atraviesan la cavidad de la cueva.
Antes de comenzar la visita se hace una introducción con un vídeo y tras la visita se puede acceder al Museo de la Prehistoria situado justo al lado donde podrás ver objetos encontrados en la cueva y alrededores.
Horarios y otras tarifas: consultar aquí
Copyright: www.pechmerle.com
Cueva de Lascaux
Montignac se encuentra a orillas del río Vézère y aunque posee algunas construcciones medievales, como su fortaleza o castillo, su mayor atractivo es la cercana cueva de Lascaux. Esta cueva está decorada por unas de las mejores pinturas prehistóricas descubiertas hasta la fecha. Tienen entre unos 15.000 y 17.000 años de antigüedad. Sin embargo, actualmente no se pueden visitar debido a que el exceso de visitantes empezó a estropearla. Lo que sí se puede visitar es una réplica minuciosamente creada, siguiendo las técnicas de la época y usando los mismos pigmentos.
En la zona hay otras seis cuevas que no nos dio tiempo a visitar y que pasamos a enumerar para que tú no te las pierdas:
Cueva de Villars. Inmensas salas y galerías y pinturas prehistóricas descubiertas en 1958. Horarios y tarifas: consultar aquí
Cueva de Fage. Riqueza e infinidad de concreciones a 25 metros de profundidad. Horarios y tarifas: consultar aquí
Cueva des Merveilles. Clasificada como monumento nacional en 1925. Sus pinturas rupestres datan de más de 20.000 años. Horarios y tarifas: consultar aquí
Cueva de Foissac. Declarado Monumento Histórico destaca por su mineralogía y prehistoria. Horarios y tarifas: consultar aquí
Cueva de Fontirou. Su formación comenzó hace 30 millones de años. Horarios y tarifas: consultar aquí
Cueva de Lastorunelle. Comenzó a formarse al final de la era Terciaria hace 25 millones de años. Horarios y tarifas: consultar aquí
27 agosto, 2018 a las 22:49
Caramba chicas, un post verdaderamente sorprendente. Os felicito. No encantan las cuevas pero no conocemos ninguna de ellas.
29 agosto, 2018 a las 12:29
Mil gracias Jordi. A nosotras nos encantan las cuevas y no dudamos ni por un segundo en entrar en todas las que nos fueran posible en nuestro roadtrip por el valle de Dordoña y Lot, y en el post no están todas. Francia esconde muchísimas maravillas subterráneas, así que os lo recomendamos 100%. Un saludo
1 diciembre, 2022 a las 8:57
Increible la cantidad de cuevas que hay por esa zona. Creo que elegiremos Padirac y veremos Lascaux. Un abrazo.
2 diciembre, 2022 a las 15:52
Hay muchísimas y cada cual más espectacular. Seguro lo vais a disfrutar mucho. Un saludo