Tras visitar el oeste de Aveyron, la segunda parte de nuestro roadtrip por Aveyron continúa por el este. Si te gustó la primera etapa, espera a conocer estos rincones, ¡son de cuento!
Día 4 – 100 km
Belcastel
No pudimos evitar parar a la entrada de Belcastel, desde donde las vistas a este idílico pueblo son impresionantes. Si Conques nos pareció un pueblo espectacular, Belcastel… ¡era el típico lugar de cuento!, por lo que no es de extrañar que esté galardonado como uno de los pueblos más bonitos de Francia.
Un espectacular puente medieval de piedra del año 1409 junto a una pequeña iglesia del siglo XV, Sainte Madeleine, dan la bienvenida a este pequeño pueblo de apenas 50 habitantes. Su castillo medieval del siglo XI, construido encima de la zona rocosa de la población, entre verdes y frondosos bosques es la guinda de Belcastel. Visitamos el castillo con tan buena suerte que fue su dueña, una neoyorquina enamorada de ese rincón, la que nos acompañó durante el recorrido, e, incluso, nos subió a las almenas donde estaban preparando una exposición con artistas venidos de Los Ángeles.
Dónde aparcar en Belcastel: Hay varios aparcamientos en la parte baja del pueblo y uno en la parte alta, junto al castillo. Todos ellos cuestan 3,5€ independientemente del tiempo que se esté.
Rieupeyroux
Esta pequeña aldea fue fundada en 1030 por la abadía benedictina San Marcial de Limoges. Callejeando podemos descubrir los vestigios civiles de la Edad Media que aún conserva, como las arcadas en la plaza del Gitat, las casas con entramados de madera, la fuente del Griffoul y su iglesia San Marcial, clasificada como Monumento Histórico. Este edificio es uno de los mejores ejemplos de arquitectura fortificada de Francia meridional.
Sauveterre de Rouergue
35 kilómetros antes de llegar a Rodez, nos desviamos a Sauveterre-de-Rouergue, una bastida real fundada en el siglo XIII, que figura entre los pueblos más bonitos de Francia.
El lugar más característico de este pueblo es una gran plaza con cuarenta y siete arcadas. En medio de esta plaza se levanta un pozo y una cruz de hierro forjado, donde se asentaron comerciantes y artesanos. Entre los atractivos arquitectónicos de la bastida se encuentran también las bellas fachadas de casas con entramados de madera, las puertas fortificadas de San Cristóbal y San Vital y la colegiata de Saint-Christophe, de estilo gótico meridional y catalogada como Monumento Histórico.
Rodez
Esta ciudad medieval es la capital del departamento de Aveyron. A lo largo del tiempo fue ocupada por visigodos, francos, duques y musulmanes, pero el hecho que marcó la historia de esta ciudad fue el enfrentamiento entre los obispos y los condes de Rodez, que llegaron a dividir la ciudad por una muralla, con administraciones diferentes.
Sin duda, lo que más llama la atención en Rodez es la catedral gótica de Notre Dame. Fue construida entre los siglos XIII y XVI en arenisca rosa. Su fachada oeste formaba parte de la muralla de la ciudad. Este monumento histórico está rematado por un magnífico campanario labrado en estilo gótico flamígero. Como curiosidad destacar que no tiene puerta en su fachada principal.
Además, Rodez cuenta con un rico patrimonio arquitectónico medieval y renacentista, que se puede apreciar paseando por su centro histórico, como en las casas de Benoît, de Guitard, de Armagnac, de la Anunciación y la Canónica. También destaca el Palacio Episcopal, del siglo XVII y su escalera de herradura; y la Torres Corbieres del siglo XV, una de las 20 torres que en su tiempo tuvo la muralla de Rodez y que sirvió como prisión durante la Revolución Francesa.
Dónde comer y dormir en Rodez
Ubicado frente a la catedral, el Hotel du Midi es una buena opción para seguir degustando la gastronomía aveyronnaise. Nosotras disfrutamos de una comida exquisita y unos postres ¡de escándalo!.
Sin irnos más lejos, esta noche descansamos en el mismo Hotel du Midi, en una habitación cómoda, silenciosa y con unas vistas inmejorables a la catedral. Quizá un poco pequeña, pero suficiente para una agradable estancia. Disponen de parking por 5€/día, la zona es de pago, por lo que es recomendable.
Día 5 – 66 km
Estaing
Este pequeño pueblo medieval a orillas del Río Lot también está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de Francia. Lo que le hace famoso es su castillo del siglo XVI, edificado por la familia d’Estaing, antiguos señores de la villa. Desde la terraza ofrece unas vistas espectaculares sobre el valle del Lot. Este castillo está clasificado como monumento histórico, al igual que la iglesia de Saint-Fleuret, del siglo XV, que alberga las reliquias de dicho santo y la cruz de piedra de su plaza, que nos recuerda que estamos en el camino de Santiago.
Otra de las cosas que destacan en este pueblo es el puente gótico, clasificado como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Y por si esto fuera poco, paseando por el pueblo se pueden admirar bellas fachadas de los siglos XVI, XVII y XVIII, entre las que destaca la del palacete Cayron, actual ayuntamiento, o el antiguo colegio.
Espalion
El río Lot, a su paso por Espalion, es atravesado por la joya de este tranquilo pueblo, su Pont Vieux del siglo XIII, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Otra de las joyas que se esconden en este lugar, es el Vieux-Palais, que data del año 1572. Junto a éste, las casas históricas e iglesias situadas sobre el margen del río, regalan una imagen muy pintoresca. También destacan sus antiguas curtidurías, llamadas calquières; las casas típicas con balcones de madera, con las losas en las que antiguamente se lavaban las pieles; y las ruinas del Castillo de Calmont d’Olt, que domina las vistas hacia el valle del río Lot.
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Saint Côme d’Olt
Entre los pueblos más bonitos de Francia también se encuentra Saint-Côme-d’Olt. Su carácter medieval se ha conservado, pudiendo apreciarlo en las antiguas murallas, que fueron utilizadas para construir las fachadas exteriores de las casas.
Destaca la portada renacentista de su iglesia, al igual que su campanario torcido. Mansiones antiguas, palacios del siglo XVI y sus tres puertas fortificadas también forman parte de sus atractivos arquitectónicos.
Su situación en pleno Camino de Santiago ha jugado un papel esencial en el desarrollo religioso y cultural, como lo ilustran las numerosas capillas, iglesias y basílicas que bordean el Camino.
No lejos del pueblo se encuentra un lugar un tanto curioso, conocido como Clapas de Thubiès, un desprendimiento de rocas basálticas que se extiende por las laderas de la colina de Roquelaure.
Bozouls
En lo alto de un espectacular meandro se encuentra el pueblo antiguo de Bozouls. El cañón sobre el que se encuentra la villa es una curiosidad geológica extraordinaria de dimensiones impresionantes: ¡400 metros de diámetro y 100 metros de profundidad!. Conocido como «Trou de Bozouls», es un circo natural en forma de herradura excavado en las rocas de piedra caliza del Causse Comtal. Este meandro es el fruto de la acción erosiva de las aguas del Dourdou durante milenios.
Las mejores vistas se obtienen desde la terraza de la plaza del Ayuntamiento.
Dónde comer y dormir en Bozouls
En el mismo Bozouls, en el hotel La route d’argent à Bozouls, se pueden degustar platos riquísimos de comida regional elaborados con productos frescos. El hotel es sencillo pero silencioso, acogedor y ¡cuenta con piscina!.
Día 6 – 51 km
Sainte Eulalie d’Olt
Otro de los galardones como pueblo más bonito de Francia es para la aldea medieval de Sainte Eulalie d’Olt, a orillas del río Lot. La iglesia románica del siglo XI, el castillo del siglo XV, el palacete renacentista del siglo XVI y la rueda del molino forman parte del decorado de este florido pueblo por cuyas callejuelas estrechas y tortuosas da gusto pasear.
La iglesia posee un relicario que contiene un fragmento de la corona de espinas de Cristo, en cuyo honor se celebra, cada segundo domingo de julio, la procesión de la Santa Espina.
Si visitas Sainte Eulalie d’Olt el día de todos los Santos puedes participar en la subasta de la rifa de la gallina, un evento que se celebra desde hace siglos, en el que se ofrece como primer premio una gallina viva. Se sortean también otros premios que ofrecen los parroquianos: aguardiente, huevos, avellanas, lienzos… Esto permite recaudar fondos para la parroquia con el fin de costear misas para los difuntos.
Saint Geniez d’Olt
Esta ciudad, situada a ambos lados del río Lot, está ubicada entre dos regiones naturales: Grands Causses al sur y los Monts d’Aubrac al norte. Lo más destacado del patrimonio que conserva es el claustro y la capilla de los Agustinos, de los siglos XV – XVII; la iglesia parroquial, de los siglos XI – XVII; mansiones privadas del siglo XVII y el Monumento Talabot.
Paseando por el puente de la Place du Marché, encontrarás la estatua de la marmota, que recuerda la leyenda de la ciudad: Se dice que, a fines del siglo XV, los hijos de un pescador que vivía en Saint Geniez habían atrapado una marmota. En una tarde de tormenta, el animalillo huyó asustado y los dos niños fueron a perseguirla. La gran tormenta se llevó por delante el valle y varias casas, incluida la suya. Así que sus vidas se habían salvado gracias a la fuga del animalillo. Desde entonces, les llamaron las Marmotas y el nombre fue dado, por extensión, a todos los habitantes.
Durante el movimiento de la Ilustración, Saint Geniez d’Olt recibió a filósofos, pensadores, escritores… y, en memoria a su pasado, durante todo el año se celebran actos culturales: música, espectáculos, danza, tradiciones…
Sévérac le Château
Este pueblo está situado en la ladera de una colina, en plena región natural de Grands Causses. Dominando el valle de Aveyron se encuentra su castillo, del siglo X, transformado en palacio renacentista en el siglo XVII, desde el que se obtienen las mejores vistas de los tejados de Sévérac le Château.
Este lugar estuvo protegido por una muralla con cuatro puertas que contaban con portcullis y puentes levadizos, pero actualmente sólo quedan dos puertas en pie, la Porte du Peyrou y la Porte du Latazou. Su casco histórico está repleto de estrechos y empedrados callejones medievales, casas antiguas de piedra y otras con entramado de madera entre las que destacan la Maison des Consuls con su bonita chimenea del siglo XVIII y la Maison de Jeanne, una de las más antiguas de la ciudad medieval.
También destaca el mercado cubierto conocido como Sestayral, la iglesia de Saint-Sauveur, el molino Calsade del siglo XI y la Place de la Fontaine, donde se encuentra una bonita fuente abovedada románica y desde la que parten las principales calles de Sévérac le Château.
Dónde comer y dormir en Sévérac le Château
En las afueras de Sévérac le Château, nos alojamos en Chambres d’Hôtes Le Clos des Lavandes, una casa que alquila habitaciones, ¡pero qué habitaciones! sin nada que envidiar a las de un hotel. En este lugar silencioso y agradable, además de descansar y darnos un baño en su piscina y en su jacuzzi, cenamos con sus dueños, una pareja de lo más agradable y viajera, con la que estuvimos compartiendo experiencias de viajes.
Vamos en busca de más pueblos alucinantes, continuamos nuestra ruta por el sur de Aveyron.
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