Después de dos horas conduciendo por carretera asfaltada llegamos a uno de los parques más grandes del mundo, el Parque Nacional de Etosha.
El acceso al parque puede realizarse por dos entradas principales: la de Namutoni (Lindequist), al este, y la de Okaukuejo (Anderson), al sur. El resto del parque, salvo la entrada menos usada King Nehale Gate, al norte, está vallado.
Ambas entradas están unidas por una carretera sin asfaltar que, a su vez, enlaza los tres lodges que hay dentro del parque: Okaukuejo, Halali y Namutoni. Los tres tienen piscina y una charca donde poder observar a los animales cuando acuden a saciar su sed. En las rutas dentro del parque es recomendable visitar las charcas que hay en los recorridos marcados, normalmente suele haber siempre algún animal sediento.
Día 1 – Okaukuejo
Nosotras entramos al parque por la puerta sur. En ella hay una pequeña caseta donde piden el número de matrícula, el pasaporte y te preguntan cuántas noches vas a pasar dentro del parque (aquí no se paga nada). Una vez que dimos nuestros dados condujimos 20 km hasta llegar al primero de los tres lodges que hay dentro del parque, Okaukuejo.
Pinchar en el mapa para verlo más grande. Más información sobre el Parque Nacional Etosha aquí.
En la recepción reservamos parcela de camping (250NAD/parcela + 150NAD/per), momento en el que también se paga la entrada al parque. Nosotras estuvimos tres días (80NAD/per/día + 10NAD/coche/día). Si se desea tener wifi hay que pagarlo 50NAD/150Mb (válido para los tres lodges).
El campamento de Okaukuejo es el mejor preparado de los tres que hay en el parque. Tiene una charca con un mirador acondicionado, y una tribuna cubierta que viene muy bien para los días de sol o lluvia. También tiene piscina, restaurante, gasolinera (combustible más caro que fuera del parque), una pequeña y cara tienda donde apenas hay víveres y una torre que ofrece unas vistas estupendas del parque. Si tienes suerte como nosotras puedes ver cómo llegan manadas de animales a beber a la charca del lodge.
Al ver la gran manada de elefantes, corrimos a la charca donde ya había una actividad frenética de animales. En ese momento sentimos algo que nunca antes habíamos sentido e imposible de describir. Se nos pusieron los pelos de punta, queríamos abrazar a aquellos sigilosos paquidermos que se habían hecho protagonistas de la charca. Fue brutal ver a todos aquellos animales en libertad, en su hábitat, tan cerca de ti. Estuvimos observándolos obnubiladas durante horas.
De repente el cielo cambió su color azul por el amarillo, y al poco tiempo por el naranja. Parecía que se había vuelto loco, en cuestión de minutos la luz se tiñó de rojo al caer el sol por el horizonte, la naturaleza nos estaba regalando un espectáculo que nunca olvidaríamos. Los elefantes parecían estar a gusto, nosotras nos negábamos a pestañear, no nos queríamos perder ni un solo instante de aquella imagen tan increíble.
El sol se ocultó por completo, pero aún estuvimos un par de horas observando a todo animal que quiso acercarse a la charca.
Día 2 – Halali
Eran las 5:30 de la mañana, apenas había amanecido cuando ya estábamos sentadas a orillas de la charca viendo cómo un montón de cebras y cuatro traviesos chacales saciaban su sed.
Era tal el trajín que había en la charca que no encontrábamos el momento de irnos a desayunar. Cuando el sol comenzó a calentar con fuerza y la actividad bajó notablemente, abandonamos la charca para recorrer parte del parque en nuestro coche en busca de animales, pero antes nos dimos un baño en la piscina para salir fresquitas. A unos 70 km de Okaukuejo se encuentra Halali, el segundo de los campamentos del parque donde pasaríamos la noche, (250NAD/parcela + 150NAD/per).
La única señalización que existe a lo largo y ancho del parque son grandes mojones que indican la dirección a las charcas o a las explanadas donde se concentran animales.
El objetivo del día era ver muchos animales y así había sido. Además de cebras a montones, jirafas, orix, ciervos, gacelas, ñus, avestruces, gallinas de Guinea y otros tantos de los cuales ignoramos su nombre, vimos dos de los «big five»: elefantes y seis leonas y un león, todo un espectáculo que nos puso los pelos de punta.
Contrata el mejor seguro para tu viaje al mejor precio
Alquila tu coche con hasta un 15% de descuento
Completa tu viaje con todas las actividades al mejor precio
Nada más llegar al campamento nos dirigimos a la charca. Se encuentra bajo una colina dolomítica algo apartada de la zona de acampada.
Nos sentamos en el mirador. La charca era más pequeña que la de Okaukuejo, eso nos decepcionó un poco, pero cuando realmente nos sentimos decepcionadas fue cuando llevábamos esperando cerca de dos horas y por allí no pasa ningún animal. La charca comenzó a iluminarse cuando nuestra paciencia estaba llegando a su fin. Fue entonces cuando entraron en escena dos rinocerontes, ¡No!, ¡eran cuatro! La larga espera había merecido la pena. Nos quedamos observándolos durante un buen rato hasta que desaparecieron entre los arbustos. Con una gran satisfacción nos fuimos a dormir.
Día 3 – Namutoni
Nos levantamos temprano, teníamos que ir en busca de los «dos grandes» que nos faltan por ver. Desayunamos y fresquitas tras el baño en la piscina nos pusimos en marcha. Recorrimos otra parte del parque distinta a la del día anterior, antes de terminar el día en el tercero de los camping del parque, Namutoni (250NAD/parcela + 150NAD/per), que se encuentra a 12 km de la puerta del este.
Este día vimos igual o más animales que el día anterior, en el que no faltaron una gran manada de leonas y de jirafas paseando con su peculiar paso ralentizado. Estábamos super contentas, nuestras expectativas estaban más que cumplidas.
Antes de llegar a Namutoni, hicimos una parada en el mirador del gran lago de Etosha. Desde aquí se puede divisar la gran inmensidad de la planicie salada de color blanco dejando atrás el paisaje de la sabana. Hace miles de años, el río Kunene, desde Angola había fluido hasta Etosha formando este gran lago pero con el tiempo y el movimiento de las placas tectónicas, el clima forzó a los ríos a cambiar el curso y fluir hacia el Océano Atlántico dejando que el lago se secara lentamente formando esta gran salina, la mayor de África, con 130 km de largo y hasta 50 km de ancho en algunos puntos. En años muy lluviosos pueden llegar a formarse pequeños lagos que atraen a miles de flamencos.
Llegamos a Namutoni. Este campamento se caracteriza por una pequeña fortaleza colonial que fue construida como puesto fronterizo en 1902 y destruido por los Owambo en 1904, de los cuales, quinientos de ellos, asediaron durante un día y una noche a los siete soldados alemanes que lo defendían. El fuerte fue reconstruido después del alzamiento de los Herero, como puesto policial, y abandonado hasta los años 30. Fue declarado Monumento Nacional en 1950 y en 1983 se convirtió en resort.
Subimos a su torre pero no divisamos ningún animal, así que nos acercamos a la charca. Aún calentaba mucho el sol para que hubiera animales, así que nos relajamos un buen rato en la piscina antes de disfrutar desde la charca de uno de los atardeceres más bonitos que hemos visto en nuestra vida.
Cuando el sol comenzó a perder fuerza, comenzaron a llegar animales a beber a la charca y, como en la noche anterior, el momento estrella de la noche fue cuando llegó un rinoceronte, al cual estuvimos observando durante horas hasta que nos cansamos y con mucha pena por ser nuestra última noche dentro del parque nos fuimos a dormir, aunque aún nos quedaban muchos días por este fascinante continente.
Datos de interés para la estancia dentro del parque
- Está prohibido circular por el parque antes de la salida del sol y después de la puesta. A la entrada del parque hay unos relojes que te indica las horas exactas dependiendo la época en la que te encuentres. En el mes de noviembre el horario permitido es de 6:30 a.m. a 19:00 p.m.
- Está terminantemente prohibido bajarse del coche en todo el parque excepto en las zonas de acampada.
- Los precios de las bebidas y las comidas dentro de Etosha son más caros que fuera del parque, además de haber poca variedad. Lo ideal es comprar comida fuera del parque si no quieres comer en los restaurantes de los lodges. Aquí hay buffet y su precio es de 150 NAD el desayuno, 210 NAD la comida, 230 NAD la cena y el picnic 95 NAD.
- En el interior del parque se han contabilizado 114 especies de animales, 340 de pájaros, 110 de reptiles, 16 de anfibios y una de pez.
- La distancia entre campamentos es de 70 km.
- El wifi se paga por bonos y es válido para los tres lodges:
- 50 NAD – 150 MB
- 100 NAD – 350 MB
- 200NAD – 700 MB
1 abril, 2017 a las 12:09
Vaya fotaza la de las cebras!!!
2 abril, 2017 a las 9:58
Gracias Paco.
4 junio, 2017 a las 22:30
Yo estuve y fue precioso ver a todos los animales en libertad y tan cerca !!
5 junio, 2017 a las 15:59
Un viaje inolvidabel M Luisa. Gracias por leernos.