El Périgord Blanco está situado en el centro de la comarca, alrededor de Périgueux. El nombre deriva del suelo calcáreo característico de la zona.
En este post os vamos a recomendar 4 lugares que no os debéis perder si visitáis el Périgord blanco. Como ya os habíamos comentado en el post sobre el Périgord púrpura, esta parte de la región no es tan famosa ni tiene tantos sitios para visitar como el Périgord negro, pero no por eso hay que dejarla de lado, estos 4 lugares nos encantaron incluso más que alguno de los pueblos catalogados como los más bonitos de Francia de la parte negra, por eso nuestra recomendación. Ah! no olvidéis que la capital de la región se encuentra aquí, en la parte blanca, y con ella empezamos.
Périgueux
La ciudad histórico-artística de Périgueux, capital de Périgord, posee un importante patrimonio histórico, con su antigua ciudad galorromana y su legado medieval y renacentista. Está situada en el Camino de Santiago.
No te puedes ir de Périgueux sin visitar la catedral de Saint-Front, que forma parte del Patrimonioe l Mundial da UNESCO y llama la atención por su majestuosidad. Su estructura recuerda a la basílica del Sagrado Corazón de París ya que fue construida inspirándose en ésta.
Para los amantes de la historia y el arte, el museo de Périgueux ofrece colecciones prehistóricas, galorromanas, medievales y renacentistas, y una sección dedicada a las Bellas Artes.
Bourdeilles
Este pueblo fortificado a orillas del río Dronne, fundado en el siglo X, es uno de los más importantes de la región. Está rodeado de rica naturaleza y posee un rico patrimonio: edificios renacentistas, sitios prehistóricos… pero su mayor atractivo es su castillo, o mejor dicho, sus dos castillos, ya que consta de una fortaleza exterior del siglo XIII con paredes defensivas y un torreón octagonal, y dentro de estas paredes, un segundo castillo del siglo XVI, de estilo renacentista. Desde la torre se tienen unas bonitas vistas del pueblo.
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Merece la pena darse un paseo junto al río, donde hay un atractivo puente de piedra que fue construido originalmente en el siglo XIV pero que tuvo que ser reconstruido en el siglo XVIII después de las graves inundaciones.
Brântome
Brântome tiene una buena mezcla de arquitectura medieval y renacentista. La ciudad está clasificada como una de los «Les Plux Beaux Detours» en Francia gracias a la situación de la ciudad a orillas del río Dronne y las laderas boscosas que la rodean.
Bien merece la pena pasear a lo largo de la orilla del río bajo los sauces llorones y detenerse a observar la panorámica hacia el otro lado del río, con la abadía benedictina, el antiguo puente de piedra y el bonito molino convertido ahora en hotel-restaurante.
En el otro extremo de la abadía se encuentran una atractiva Torre Renacentista y la Torre St Roch. Estas torres formaron parte de las defensas de la zona sur de la abadía, mientras que la Porte des Reformes defendió el lado norte.
Saint-Jean-de-Cole
Saint-Jean-de-Cole es un pueblo medieval situado en el norte del Périgord blanco que se remonta al siglo XI. Está clasificado como uno de los pueblos más bonitos de Francia. Se trata de un pueblo tranquilo con casas de color ocre y entramado de madera y hermosos tejados, los cuales fueron premiados como los «mejores tejados de Francia».
En la plaza del pueblo, la Place de Saint Jean, se encuentra el Château de la Marthonie, del siglo XII. aunque sus torres son del siglo XV y el ala del siglo XVII, construida sobre una serie de arcos.
En otro lado de la plaza se encuentra la iglesia románica bizantina de San Juan Bautista construida en el siglo XII y con una forma redondeada bastante inusual.
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