Es difícil describir una ciudad, y más aún si se trata de Roma, la capital de todo un imperio. Su historia abarca tres milenios, de ahí que también sea conocida como «La Ciudad Eterna». Además, es el corazón geográfico de la religión católica y destino de peregrinación. También la única ciudad del mundo que tiene en su interior un Estado extranjero, la Ciudad del Vaticano. Por tal motivo se la conoce también como la capital de dos Estados.
Roma es la ciudad con la más alta concentración de bienes históricos y arquitectónicos del mundo. En 1980, junto a las propiedades extraterritoriales de la Santa Sede que se encuentran en la ciudad y la Basílica de San Pablo Extramuros, fue incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Es imposible enumerar todos los lugares que deberíamos visitar en Roma. Cualquier rincón, plaza, monumento, iglesia, museo, fuente… están cargados de historia y belleza, lo que la convierten en una de las ciudades más fascinantes y visitadas del mundo.
Pasamos a enumerar algunas de las obras que no te debes perder de este gran museo al aire libre que compone la ciudad que dominó el mundo.
1. El Coliseo
El Coliseo romano atrae cada año a más de cinco millones de visitantes de todo el mundo. Tras su inauguración en el año 80 d.C., el anfiteatro Flavio (su nombre original) se erigió como el más grande del imperio. Dos mil años después su majestuosidad (189 m. de largo por 156 m. de ancho, y una altura en la parte más elevada, de 48 m.) continúan sorprendiendo al mundo.
El anfiteatro, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, llegó a acoger a más de 50.000 espectadores ansiosos de presenciar luchas de animales y de gladiadores, representaciones teatrales e incluso, en alguna ocasión, batallas navales, conocidas como naumaquias.
Alrededor de 400.000 hombres y un millón de animales, entre los que se encontraban leones, tigres, hienas, elefantes, cebras, osos y jirafas, murieron en la arena. Sólo imaginar el ambiente que se concentraba en su máximo esplendor ya pone los pelos de punta.
2. Arco di Constantino
El arco de Constantino es el arco del triunfo más moderno que se realizó en la antigua Roma. Se encuentra entre el Coliseo y la colina del Palatino. Cruza la Via Triumphalis, ruta que tomaban los emperadores cuando entraban en la ciudad. Se alzó para conmemorar la victoria de Constantino I el Grande en la batalla del Puente Milvio, en el año 312. Mide 21 m. de alto, 25,7 m. de ancho y 7,4 m. de grosor.
3. Monte Palatino
El monte Palatino es la más céntrica de las siete colinas de Roma, y la de menor elevación. Se dice que es el lugar donde Rómulo fundó Roma.
Era una de las zonas más antiguas (con yacimientos arqueológicos que datan en torno al año 1000 a.C) e importantes de la ciudad de Roma. Está situado entre el Circo Máximo y el Foro Romano, por lo que se obtienen unas vistas espectaculares de este último. La clase alta de Roma construía sus residencias en el monte, entre ellas el palacio Domus Flavia, hogar del Emperador, donde todavía podemos ver partes del edificio. También se pueden ver restos arqueológicos de la Casa Livia, la Casa Augusto o el Hipódromo de Domiciano, entre otros.
4. Circo Máximo
El Circo Máximo de Roma, situado entre los montes Aventino y Palatino, era un recinto con espacio para 300.000 espectadores. La pista de arena, con unas dimensiones de 600 m. de longitud y 225 m. de anchura, hacía del Circo Máximo el mayor de Roma. De todas las atracciones que se desarrollaban en esta explanada, la preferida por los espectadores era la carrera de cuadrigas. Muchos de los corredores eran esclavos que competían por conseguir su libertad.
Actualmente tan sólo se puede observar la enorme explanada que conserva la forma de la pista de carreras. Las piedras fueron empleadas para construir otros edificios en la Roma medieval.
5. Foro Romano
El Foro Romano era el centro neurálgico de la antigua Roma. En él se desarrollaba la vida pública, cultural, política y económica del Imperio. Al finalizar el Imperio, el Foro Romano se dejó en el olvido y poco a poco quedó enterrado. Aunque en el siglo XVI ya se conocía la existencia y la ubicación del Foro, no fue hasta el siglo XX cuando se realizaron las excavaciones. Gracias a ellas hoy podemos caminar por donde en su día lo hacía Julio César y admirar las ruinas del Arco de Triunfo y el Arco de Tito, el Templo de los Dioscuros, la Casa de las Vestales, las basílicas de Julia y Emilia, la Curia Romana, la Tribuna de oradores y el Templo de Julio César.
6. Basílica de San Pietro in Vincoli
La Basílica de San Pedro encadenado fue construida en el siglo V para albergar las cadenas con las que ataron a San Pedro durante su encarcelamiento en Jerusalén. Se trata de un templo sencillo, de escasa decoración, lo que hace destacar más aún, si cabe, a la famosa escultura del Moisés de Miguel Ángel.
7. Santa Maria Maggiore
La Basílica de Santa María la Mayor fue construida a mediados del siglo IV bajo las órdenes del Papa Liberio. Según la leyenda, la Virgen apareció ante el Papa indicándole las instrucciones para la construcción de la iglesia.
Con el paso de los años la basílica ha tenido nombres muy variados, como Santa María de las Nieves (debido a la nevada que indicó la forma de la iglesia), Santa María Liberiana (debido al Papa Liberio), Santa María del Pesebre (al recibir una reliquia del Santo Pesebre), y por último, fue llamada Santa María la Mayor, ya que es la mayor de las 26 iglesias de Roma dedicadas a la Virgen María.
8. Mercado de Trajano
Este mercado está situado en las laderas del Quirinal, una de las siete colinas de Roma, y frente al Foro Romano. Fue construido por el emperador Trajano para completar el Foro entre el año 100 y 112 d. C. y pese a que han pasado casi 2000 años, se conserva bastante bien. El Mercado de Trajano es el «centro comercial» más antiguo del mundo y en su día fue centro de negocios, comercio y actividades administrativas del Foro.
En este recinto se encuentra la columna de Trajano del año 113. Mide 30 m. de altura y está compuesta por 18 enormes bloques de mármol y tiene un diámetro de unos 4 m. En su interior, una escalera de caracol de 185 peldaños permite el acceso a una plataforma mirador.
9. Monumento a Vittorio Emanuele II
Este Monumento se construyó en honor a Vittorio Emanuele II, el primer rey de Italia. Se encuentra en la Piazza Venezia, al final de la Vía del Corso y delante del Foro Romano. Dentro de los muchos apodos que recibe, uno de ellos es “la máquina de escribir” por su peculiar forma.
Este inmenso monumento de 70 metros de altura ofrece unas vistas estupendas de la ciudad. Los romanos no estaban de acuerdo con su construcción, ya que para levantar este inmenso monumento destruyeron una de las colinas históricas y un barrio medieval.
10. Los Museos Capitolinos
Los museos Capitolinos están situados en la Plaza del Campidoglio, que fue diseñada por Miguel Ángel. Estos museos están formados por dos imponentes edificios, el Palacio de los Conservadores y el Palacio Nuevo. Ambos edificios están unidos mediante la Galleria Lapidaria, una galería subterránea que atraviesa la plaza.
La creación de los museos comenzó con la donación de una colección de bronces del Papa Sixto IV en 1471, lo que los convierte en unos de los museos más antiguos del mundo. Entre sus muchas famosas esculturas y pinturas destaca la Loba Capitolina, la loba que amamantó a Rómulo y Remo, fundadores de Roma.
11. La Fontana di Trevi
Dicen de ella que es la fuente más bonita del mundo y también, que quien lanza una moneda a sus aguas volverá a Roma, el que arroja dos, encontrará el amor, y el que arroja tres, se casará con ese amor. Por eso, millones de personas lanzan cada año sus monedas a las aguas de la bella fuente de Bernini. Cada día se rescatan de la fuente unos 4.000€, lo que supone casi un millón y medio al año, dinero que va destinado a proyectos solidarios. Pero ¡ojo!, no vale lanzar la moneda de cualquier manera. Hay que colocarse de espaldas a la fuente, tomar la moneda con la mano derecha y lanzarla al agua por encima del hombro izquierdo.
Si quieres evitar masificaciones tendrás que ir a primera o a última hora del día, aunque ver esta obra de arte abarrotada de gente también tiene su encanto.
12. Plaza España
Es una de las plazas más populares y concurridas de Roma. Está rodeada por algunas de las calles más famosas de compras como la Via dei Condotti. El nombre de la plaza le fue otorgado debido a que fue un regalo de Fernando el Católico.
Sentarte un rato en uno de los 135 peldaños que forman la escalinata que llega hasta la iglesia de la Trinità dei Monti mientras te tomas un helado es una actividad obligatoria cuando se visita Roma. Hubo una época en que los jóvenes romanos se exponían durante largas horas en las escaleras con el fin de que un caza talentos se fijase en ellos. A los pies de esta escalinata se encuentra la barroca Fontana della Barcaccia.
13. Villa Borguese
Situado cerca de la Plaza España, la Villa Borguese es un parque donde se mezcla de la naturaleza con el arte romano en forma de fuentes, monumentos o esculturas de grandes artistas. Dentro del parque encontrarás la Galería Borguese, con obras de pintores como Rafael, Tiziano Caravaggio o Rubens, que la convierten en uno de los museos más importantes del mundo.
14. Piazza del Popolo
Es una de las plazas más conocidas de Roma por ser, desde la Antigüedad, la puerta por excelencia de Roma. Desde aquí parten tres calles rectas, que forman el tridente: Corso, Ripetta y Via del Babuino, que se juntan exactamente en el obelisco de la plaza, dedicado a Ramsés I.
En el punto de partida del tridente se encuentran las iglesias gemelas, Santa Maria dei Miracoli y Santa Maria in Montesanto. Aunque fueron diseñadas para ser gemelas poseen pequeñas diferencias al tener que adaptarlas al espacio disponible.
En la parte norte de la plaza, está la Porta del Popolo y la iglesia de Santa Maria del Popolo, que es más un museo que una iglesia, ya que alberga muchas obras renacentistas, entre las cuales se encuentran dos Caravaggios.
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15. Via del Corso
Realizada entre los siglos XV y XVII y con 1600 m. de longitud, une la Piazza Venezia con la Piazza del Popolo. En ella se encuentran un gran número de palacios nobiliarios e iglesias.
16. El Panteón de Agripa
Es el edificio mejor conservado del Imperio Romano. Junto con el Coliseo, es uno de los edificios más imponentes de Roma. Su cúpula de dimensiones colosales, que se ha mantenido inalterable a lo largo de casi 2000 años, provoca el efecto ¡Wooow! a sus visitantes. Una cosa curiosa es que el óculo de 9 m. de diámetro permanece siempre abierto, y por él entran la luz y la lluvia. La mejor hora para visitarlo son las 12 ya que es cuando la luz entra por su óculo en todo su esplendor.
En su interior se encuentra la tumba del famoso pintor y arquitecto Rafael Sanzio.
17. Piazza Navona
Es una de las plazas más bonitas y animadas de Roma. En ella destacan sus tres fuentes barrocas: Fontana del Moro, Fontana del Nettuno y Fontana dei Quattro Fiumi. Esta última fuente representa los 4 ríos más importantes de aquella época: el Danubio, el Nilo, el Ganges y el Río de la Plata.
18. Campo dei Fiori
En el año 1456 el papa Calixto III hace pavimentar la zona que hasta entonces había sido un prado florido, del cual deriva su nombre. La plaza se convirtió en centro de varias actividades comerciales y culturales, e incluso en ella también tenían lugar las ejecuciones públicas.
Actualmente sigue siendo una de las plazas más populares y animadas de Roma, sobre todo por el mercado que se celebra por las mañanas de lunes a sábado y su ambiente nocturno de terrazas y bares.
19. Castillo de Sant’Angelo
Junto al río Tíber se encuentra este castillo construido en un principio como Mausoleo del emperador Adriano. Pero su posición estratégica le ha hecho ser parte de muchas luchas por el imperio romano. También ha servido como palacio para los Papas en tiempos un tanto agitados, después sirvió como cárcel y actualmente alberga en su interior el Museo Nazionale del Castel Sant’Angelo.
Conecta con la otra orilla por el puente más bonito de la ciudad, el puente de Sant’Angelo, construido entre los años 134 y 139 y al Vaticano por un largo pasadizo amurallado.
20. El Vaticano
La Ciudad del Vaticano, es uno de los seis microestados europeos. Es el lugar donde se encuentra la Santa Sede, la institución máxima de la Iglesia Católica. Tiene una extensión de 0,44 km², por lo que resulta ser el país más pequeño y el territorio independiente más urbanizado del mundo.
El conjunto arquitectónico e histórico-artístico que conforma la Ciudad del Vaticano fue declarado en 1984 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Dentro del mismo no podemos dejar de visitar:
Plaza San Pedro
La Plaza San Pedro es seguramente una de las plazas más conocidas y más bonitas del mundo. Fue construida por Bernini entre los años 1656 y 1667 con el apoyo del papa Alejando VII.
Además de sus dimensiones (320 metros de longitud y 240 metros de anchura), lo más impresionante de la plaza, son las 284 columnas de 16 metros de altura y las 88 pilastras que bordean la plaza en un pórtico de cuatro filas. En lo alto de las columnas hay 140 estatuas de santos realizadas en 1670 por los discípulos de Bernini.
En el centro de la plaza destacan dos fuentes, una de Bernini (1675) y otra de Maderno (1614) y un obelisco de 25 metros de altura y 327 toneladas traído desde Egipto en 1586. El Papa Sixto V decidió colocarlo frente a la Basílica de San Pedro en memoria del martirio que sufrió San Pedro junto a él en el Circo de Nerón, por esto a este obelisco se le conoce como el “testigo mudo”.
Basílica de San Pedro
La Basílica de San Pedro es el templo más grande e importante del catolicismo. Su interior acoge a la Santa Sede y tiene capacidad para 20.000 personas. Su construcción comenzó en 1506 y finalizó en 1626.
Destaca su enorme cúpula de 136 metros de altura, visible desde todos los miradores de Roma. Durante su construcción y decoración interior intervinieron grandes artistas como Miguel Ángel, Giacomo Della Porta y Carlo Maderno. Entre las obras de arte de su interior destacan el Baldaquino de Bernini, La Piedad de Miguel Ángel y la estatua de San Pedro en su trono.
No podemos dejar de subir a la cúpula, permite tener unas impresionantes vistas de la Plaza San Pedro con Roma de fondo. A pesar de tener la posibilidad de subir hasta la terraza en ascensor (8€), el último tramo (320 escalones) hay que subirlos a pie. Este tramo no es apto para todos los públicos, ya que se realiza por medio de una empinada y estrecha escalera de caracol. Los más valientes pueden evitar el ascensor y subir los 551 escalones por 6€. La entrada a la basílica es gratuita.
Museos Vaticanos
Los Museos Vaticanos poseen una de las colecciones de arte más importantes y más grandes del mundo, con 54 galerías y alrededor de 7 km de arte. Destaca la Galería de mapas cartográficos, la de los tapices, la de los Candelabros, la Escalera de Bramante, las Estancias de Rafael, y por supuesto, una de las grandes obras de la historia, la Capilla Sixtina. Las paredes de esta capilla las decoró Miguel Ángel entre 1473 y 1481 y entre los preciosos frescos hay que destacar la famosa imagen de La Creación de Adán y la del Juicio Final. Es un lugar donde seguramente sufrirás el síndrome de Stendhal.
Todos los domingos los museos están cerrados, excepto el último domingo de cada mes, cuando la entrada es gratuita de 09:00 a 14:00. Eso sí, las colas son inmensas, por lo que una opción muy recomendable es reservar con antelación la entrada o la visita guiada por los museos en español, ten en cuenta que son unos de los museos más visitados del mundo con una media de 25.000 personas al día.
Jardines Vaticanos
Su origen se remonta a la época medieval y han sido utilizados durante siglos como lugar de meditación y reposo de papas y obispos. En el siglo XVI, el arquitecto Bramante trasformó los jardines en un espacio armónico, en el que se mezclan monumentos, esculturas y naturaleza. Estos jardines sólo se pueden visitar con guía y bajo previa reserva.
Necrópolis Vaticana
La Necrópolis Vaticana, situada en el subsuelo de la Basílica de San Pedro, es uno de los lugares más sorprendentes del Vaticano. Según la historia del catolicismo, la Basílica se construyó sobre el lugar en que se enterró a uno de los doce apóstoles, Pedro. Pero no fue hasta que el Papa Pío XI ordenó excavar para ser enterrado lo más cerca de San Pedro, cuando se descubrió el tesoro que se escondía bajo los cimientos de la Basílica de San Pedro.
Durante la visita a la Necrópolis Vaticana verás varios mausoleos de plebeyos ricos hasta llegar a la tumba de San Pedro, que se encuentra junto a una inscripción del año 160 que dice “Petro Eni”, en griego: “Pedro está aquí”. La visita termina en las Grutas Vaticanas donde, se puede visitar la tumba de Juan Pablo II y las de otros papas.
21. El Trastevere
El Trastevere es uno de los barrios más bohemios, originales y coloristas de la ciudad. Sus estrechas calles empedradas se aferran a sus raíces de clase obrera con siglos de historia. Rincones llenos de encanto esconden tesoros ocultos, como modestas iglesias medievales, pequeñas tiendas artesanales y tabernas con aire bohemio. La vida en el barrio se concentra especialmente alrededor de la Piazza di Santa María in Trastevere, en la que se encuentra la antiquísima Basílica de Santa María in Trastevere.
Este barrio También es famoso por sus restaurantes y cervecerías. Un buen lugar donde acabar el día.
22. Isla Tiberina
Esta pequeña isla es famosa debido a que albergaba al Templo de Esculapio, el dios romano de la medicina. A la isla se puede acceder por los antiguos Puente Fabricio y Puente Cestio.
23. Bocca della Veritá
Meter la mano dentro de esta enorme máscara de mármol de fama mundial es una de las cosas que no debes dejar de hacer en tu visita a Roma. De ella se cuenta que mordía la mano de aquél que mentía. Esta escultura se encontraba situada en la Plaza de la Bocca della Veritá hasta que en 1632 fue trasladada al exterior de una de las paredes de la Iglesia de Santa María in Cosmedin, del siglo VI. La legendaria escultura tiene un diámetro de 1,75 m. y está dedicada al Dios del Mar.
24. Termas de Caracalla
Fueron uno de los mayores y más espectaculares complejos termales de la antigua Roma. Se construyeron entre los años 212 y 216 bajo el mandato del emperador Caracalla. A pesar de los saqueos y del paso de los siglos, las termas aún conservan la planta de los edificios, fragmentos de los bellos mosaicos y gran parte de las impresionantes paredes que formaban el recinto. Muchas de las esculturas que adornaban estas termas están distribuidas por distintos museos de Italia y las grandes bañeras de mármol se usaron para construir algunas de las fuentes de Roma.
25. San Giovanni in Laterano
La Basílica San Juan de Letrán es la más antigua de las cuatro basílicas papales de Roma y la más importante por ser la Catedral de Roma. Es llamada «madre de todas las iglesias del mundo». Edificada bajo las órdenes de Constantino el Grande durante el siglo IV, la Basílica de San Juan de Letrán fue la primera iglesia que se construyó en la Ciudad Eterna.
La basílica presenta un interior grandioso y detalladamente decorado, desde los techos hasta los suelos decorados con mosaicos sobre los que se erigen imponentes columnas y colosales estatuas. Pero lo que realmente destaca de la basílica es el Claustro Lateranense, con sus columnas en espiral y los mosaicos en mármol de colores. Tiene 36 m. por cada lado, lo que lo convierte en el claustro más grande y más hermoso de Roma.
La basílica forma parte de un gran complejo monumental que incluye el gran obelisco, el Palacio de Letrán y el Santuario de la Escalera Santa, y fue incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980.
26. Escalera Santa
Enfrente de la Basílica de San Juan de Letrán se encuentra la Escalera Santa, por la que Jesús subió el Viernes Santo al palacio de Poncio Pilato para ser juzgado. Fue mandada traer desde Jerusalén por Santa Helena, madre de Constantino I, en el año 326, para dar acceso a la antigua capilla privada del Papa, la Sancta Sanctorum.
La escalera sólo puede subirse de rodillas, pero no impide que cientos de peregrinos que llegan a Roma suban sus 28 peldaños en señal de penitencia. Para evitar el desgaste del mármol de la escalera, se cubrió de madera de nogal en 1723, dejando sólo visible el frontal, que muchos peregrinos tocan durante el ascenso. Las paredes están decoradas con frescos con escenas de la Pasión.
Para quien no pueda subir de esta manera, hay otras escaleras de uso normal a los lados para acceder a la capilla.
27. Catacumbas de San Calixto
En Roma existen más de sesenta catacumbas compuestas por cientos de kilómetros de galerías subterráneas, que alojan miles de tumbas. En la actualidad sólo se encuentran abiertas al público cinco de ellas: Catacumbas de San Calixto, Catacumbas de San Sebastián, Catacumbas de Domitila, Catacumbas de Santa Inés y Catacumbas de Priscila.
Las más importantes son las de San Calixto. Se encuentran en la Vía Appia Antica, una de las más importantes calzadas de la antigua Roma. En ellas fueron sepultados decenas de mártires, dieciséis pontífices y muchísimos cristianos. Se encuentran un poco alejadas del centro porque la ley romana de la época prohibía que se diera sepultura a los difuntos en el interior de la ciudad, por lo que todas las catacumbas se situaron extramuros.
28. San Pablo Extramuros
A 11 kilómetros de Roma y erigida en el siglo IV d. C., se encuentra la Basílica de San Pablo Extramuros, una de las cuatro basílicas mayores de Roma. Es el lugar de sepultura del apóstol San Pablo y su interior es grandioso, con enormes columnas de alabastro y preciosos mosaicos dorados. La parte más llamativa de la iglesia es el grandioso atrio dotado de 150 columnas pero también alberga un tesoro en su interior, el claustro construido entre 1208 y 1235.
29. Barrio Coppedè
Aunque en realidad no se trata de un barrio, así lo llamó el arquitecto que lo diseñó, Gino Coppedè. Es un rincón con una mezcla de distintos estilos y creaciones imaginativas. En el centro del «barrio» se encuentra la Piazza Mincio y está rodeada de veintiséis palacetes y edificios elegantes y originales que han sido parte del escenario de varias películas.
30. Iglesias
¿Sabes que en Roma hay cerca de 950 iglesias a cada cual más espectacular?. Además de todas las que hemos nombrado a lo largo de todo este post, vamos a destacar alguna más que no te debes perder en tu visita a Roma. No obstante te recomendamos que no dejes de entrar en ninguna que encuentres a tu paso, que no serán pocas.
En el mundo hay cuatro Basílicas Mayores y todas están ubicadas en Roma. Además de la Basílica de San Pedro del Vaticano está San Pablo Extramuros, San Juan de Letrán, Santa María la Mayor.
Basílicas Menores e iglesias más recomendadas que no te debes perder en tu visita a Roma:
San Clemente, Santa María de la Concepción, Santa María in Cosmedin, Santa María en Trastevere, Santa María de los Ángeles, Iglesia de Gesú, Basilia San Pietro In Vicoli, Basilica de Santa María de Aracoeli, Santa María de la Vittoria y Santa María del Popolo.
27 abril, 2017 a las 11:57
Me sirve de ejemplo y lo leere con más detalle porque será mi próximo destino en mente
27 abril, 2017 a las 14:02
Roma tiene mucho mucho que ver, hay que organizarse bien para no perder el tiempo, es interesante dividirse la ciudad en tantas zonas como días vayas, así se aprovecha mejor el tiempo.