A los pies de los Montes Obarenes sobre el cerro de La Muela y cercana al río Ebro se sitúa la ciudad más pequeña de España, la ciudad de Frías. En un emplazamiento estratégico este lugar tuvo gran importacia durante la Alta Edad Media.
Rodeada de fértiles tierras regadas por fuentes, arroyos y el caudaloso Ebro, mantiene una estructura urbana medieval que corona el castillo de los Velasco y la iglesia de San Vicente.

El puente medieval construido aprovechando la roca que afloraba por el río, era paso obligado de la vía comercial que unía la meseta y la costa cantábrica. Así, en el siglo XIV, se construyó una torre para controlar el paso y cobrar el impuesto de portazgo. Tiene 143 metros de largo y 3,45 metros de ancho.
Consta de 9 arcos. Los centrales apuntados y los demás ligeramente rebajados.

El castillo es el edificio más emblemático de esta pequeña ciudad y uno de los castillos roqueros más espectaculares de Castilla. Construido entre los siglos XII y XV. El rey Alfonso VIII lo reformó en el siglo XIII dotándolo de nuevas defensas. Desde el castillo comienza la muralla que cercaba la ciudad, construida a principios del siglo XIII. En ella se abrirían tres puertas: la de Medina, la del Postigo y la puerta de la cadena o de la villa.

Se accede a su interior por medio de un puente levadizo sobre un foso excavado en la roca.

 Actualmente está destinado al turismo con la realización de visitas guiadas y actividades

Maqueta de lo que fue el castillo

Desde la torre del homenaje se contempla esta panorámica

Entre el castillo y la iglesia de San Vicente fue creciendo una auténtica ciudad de estrechas calles y pequeñas plazas que albergó una importante población de comerciantes y artesanos y una notable comunidad judía.

Iglesia de San Vicente construida en el siglo XIII, tuvo una evidente función defensiva asociada al castillo. A los pies del templo, sobre un magnífico pórtico, se eleva su poderosa torre cuadrada. En 1906 se hundió la torre y parte del templo, que fue restaurado más tarde.

La calzada empedrada y sus casas de maderas entramadas hacen que la ciudad siga manteniendo su aspecto medieval.

Las casas, de toba y madera, han aprovechado el reducido espacio que le brinda “La Muela”, gran roca sobre la que se asienta la parte alta de la Ciudad, de tal manera que están construidas en los mismos extremos de la roca.

El convento de San Francisco, transformado en vivienda

Horarios

De lunes a Domingo
Mañanas: 11:00 a 14:00 h.
Tardes: 16:00 a 20:00 h.
Última entrada 25 minutos antes del cierre.

Tarifas

Entrada general: 1,5€
Entrada en grupo 20-50 personas 1,3€
Entrada grupo más de 50 personas 1€
Visitas guiadas concertadas 4€
Menores de 5 años gratis.

Cómo llegar

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