Alsacia está situada en el nordeste de Francia, haciendo frontera con Suiza y Alemania, por lo que goza de una situación privilegiada en el corazón de Europa. Es la región más pequeña de Francia, con 190 km de largo y 50 de ancho, esto la hace fácil de explorar, y la mejor manera de hacerlo es en coche. Alsacia combina una gran variedad de paisajes: bosques, valles, llanuras, colinas… salpicados de pueblos amurallados coronados con castillos medievales que parecen sacados de un cuento. O tal vez sea a la inversa, y sean los pueblos de Alsacia los que inspiraron tantos cuentos tradicionales europeos.
Sus vinos y sus viñedos son un preciado tesoro que se pueden descubrir a lo largo de la famosa Ruta del Vino de Alsacia. Pero si por algo es conocida esta región es por sus fascinantes mercadillos navideños. Desde finales de noviembre hasta finales de diciembre, Alsacia se engalana para festejar la Navidad. Los escaparates y casas decoradas se suceden por cualquier callejuela y rincón llenos de animación con aroma a vino caliente.
Esta región es preciosa en cualquier época del año, pero en Navidad es especial. En este post te vamos a recomendar 10 pueblos que no te debes perder si visitas esta maravillosa y acogedora región, bien sea en Navidad o no.
1. Estrasburgo
Estrasburgo, capital europea y de Alsacia, es una ciudad joven y dinámica con numerosas opciones culturales: museos, teatros, ópera, salas de conciertos, festivales. No cabe duda de que los amantes de la buena gastronomía, de los monumentos y del entretenimiento caerán rendidos a sus pies. Estrasburgo cuenta con un patrimonio histórico reconocido mundialmente, ya que la Gran Isla fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988. El centro de la ciudad, rodeado por los brazos del río Ill, reúne los principales lugares y monumentos que dan fama a Estrasburgo, como su catedral, el restaurante Maison Kammerzell, el barrio Petite France o los Ponts Couverts. Pero hay una cosa más de la que Estrasburgo puede presumir y es de su mercado navideño, el más hermoso y antiguo de Francia con 500 años de tradición, el Christkindelsmarik. El ambiente que reina en Estrasburgo en esta época del año es único. Sobre todo al caer la noche, la magia se apodera de todo: los escaparates brillan, las decoraciones engalanan las fachadas, la calles tienen aroma a canela, los villancicos resuenan dentro de las iglesias… y el mercado retoma vida mientras grandes y pequeños degustan ricos dulces y bebidas navideñas. En la plaza Kléber se planta un abeto gigante.
El Mercado de Navidad se instala cada año en pleno corazón de Estrasburgo, en la plaza Broglie y en la plaza de la Catedral. En él varios centenares de comerciantes venden originales regalos y objetos tradicionales para decorar el árbol y el belén.
2. Obernai
Enclavada entre las montañas de los Vosgos y el Monte de Saint Odile, esta pequeña ciudad de Alsacia, importante productora de vino y cerveza, y llena de edificios históricos, cuenta con un encanto inigualable. Rodeada de murallas, la ciudad vieja ofrece un gran patrimonio arquitectónico, a destacar el pozo renacentista que es una auténtica maravilla.
En Obernai la Navidad es una celebración muy sentida y querida por los lugareños. El mercado de Navidad tiene lugar en el centro histórico y se divide en dos plazas: en la Halle Gruber au Parking des Remparts es el mercado dedicado a la gastronomía típica de Alsacia (Marché de la Gastronomie de Noël en Alsace) donde encontrarás foie gras, choucroutier, queso, chocolate, vinos y cervezas, y en la Place du Marché es el Marché de la Clairière Enchantée, con el belén viviente, dulces, artículos de Navidad, adornos navideños, velas y regalos.
3. Castillo de Haut-Koenisbourg
El castillo de Haut-Koenigsbourg, uno de los monumentos más visitados de Francia, no necesita presentación. En el momento de su construcción, en el siglo XII, ocupaba una posición estratégica. Estaba destinado a vigilar las rutas del vino y del trigo en el norte, así como la de la plata y la de la sal de oeste a este. Los suecos lo dejaron en ruinas durante la guerra de los Treinta Años y después quedó abandonado. En 1899, el emperador Guillermo II emprendió la tarea de reconstruir el castillo fielmente a la arquitectura medieval, con el objetivo de convertirlo en museo. De visita obligada si viajas a Alsacia.
4. Bergheim
Bergheim ofrece la imagen de un pequeño pueblo medieval que aún conserva gran parte de sus murallas. Probablemente sea uno de los mejores ejemplos de fortificaciones que todavía existen en Alsacia. Hay que atravesar su muralla para adentrarse en el corazón de Bergheim. Frente a la iglesia se encuentra la Casa de las Brujas, donde te contarán historias de lo que sucedió entre los siglos XVI y XVII en este pueblo. Desde la parte superior de las murallas, se puede admirar las laderas de los viñedos, con vistas al castillo de Haut-Koenigsbourg.
5. Ribeauvillé
En el corazón del viñedo alsaciano, Ribeauvillé ha sabido preservar su patrimonio histórico de arquitectura medieval. Ribeauvillé ofrece un ambiente típico de la Edad Media con sus torres, su muralla y las ruinas de tres castillos: el castillo St-Ulrich, el más importante y antiguo; el castillo Girsberg y el castillo Haut-Ribeaupierre, el más alto.
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El mercado de Navidad de Ribeauvillé es el más medieval de la Alsacia. Durante dos fines de semana de diciembre las calles de este encantador pueblo se llenan de animales exóticos, bailarinas, malabaristas con fuego, doncellas… Los cantos de los trovadores y los relatos de los cuentistas también contribuyen a transformar este mercado en un evento único.
6. Colmar
De Colmar se dice que es la más alsaciana de las ciudades de Alsacia. Es una ciudad totalmente excepcional por la riqueza y la variedad de su patrimonio histórico y arquitectónico con más de 1.000 años de historia. La Edad Media ha dejado en la ciudad vieja magníficos ejemplos de arquitectura gótica. La gastronomía y el vino también están presentes en esta ciudad que parece tenerlo todo. Entre los lugares más pintorescos que se pueden visitar en Colmar se encuentra la Pequeña Venecia (La Petite Venise), un barrio de casitas tradicionales alsacianas que se ubican a lo largo de la orilla del río Launch.
En Navidad puedes ver belenes vivientes, conciertos tradicionales, pistas de patinaje sobre hielo al aire libre y, a la caída de la noche, al son de trovadores y juglares, un sublime “recorrido de luz” conduce al paseante a descubrir cinco mercadillos de Navidad alrededor del centro histórico de la ciudad:
1-Mercado de Navidad en la Place des Dominicains. En la plaza de la antigua iglesia de los Dominicos, en un paisaje pintoresco, los comerciantes locales presentan sus productos en más de 60 casas de madera.
2-Mercado de Navidad en la Place Jeanne d’Arc. Mercadillo dedicado a los productos locales. Dulces navideños, vino caliente con canela y naranja y licores de Alsacia.
3-Mercado de Navidad en la Place de l’Ancienne Douane. Consta de alrededor de 50 casas de madera colocadas alrededor de la fuente Schwendi, en el centro de la plaza y del Koïfhus.
4-Mercado de artesanía y antigüedades. Este mercado se lleva a cabo en el interior del palacio medieval de Koifhus. Aquí se reúnen una veintena de artesanos locales (vidrieros, carpinteros, escultores, ceramistas y alfareros).
5-Mercado de Navidad para niños en la Petite Venise. Un paraíso para los niños. Casitas de colores, juegos y peluches, el belén, el carrusel de madera y la caja gigante de correo de Papá Noel.
7. Kayserberg
Kaysersberg es un pequeño pueblo de Alsacia de origen medieval, tiene una población de menos de 3.000 habitantes y está ubicado en medio de un paisaje de hermosas montañas y viñedos, dominado por una hermosa fortaleza. Es una perla de Alsacia. Su nombre está vinculado a la propia historia. Kaysersberg significa Monte del César, en recuerdo del pasado romano, cuando por aquí se unía el corazón de la Galia con el valle del Rin.
El mercado navideño tiene lugar en el patio del Arsenal, entre la oficina de turismo y la iglesia de Sainte-Croix. En la plaza del ayuntamiento tiene lugar un mercado local, donde los productores y agricultores de la zona ofrecen productos como miel, mermeladas, quesos, salchichas…
8. Riquewihr
Ubicado en un valle y rodeado de viñedos se encuentra el que es considerado el pueblo más bonito de Alsacia. Riquewihr es una pueblo medieval con un patrimonio histórico inimaginable que consiste en no menos de 40 monumentos clasificados como monumento histórico. Pero lo que realmente caracteriza a Riquewihr son sus típicas casas de colores con entramado de madera y sus fachadas decoradas con preciosos rótulos. Algunas de ellas adornadas con bonitas ventanas saledizas.
Cuando llega la Navidad a esta pequeña ciudad alsaciana, los monumentos se iluminan, las calles cobran vida y los artesanos invitan a descubrir su obras mientras tomas un chocolate caliente acompañado de galletas de jengibre. El mercado de Navidad de la pequeña ciudad antigua de Riquewihr se lleva a cabo en la Place Fernand Zeyer y a lo largo de la explanada de las murallas (Esplanade des Remparts). Durante los fines de semana el mercado se expande y se extiende a lo largo de la rue du Général de Gaulle.
9. Turckheim
Turckheim es un lugar que está en la rivera del Fecht, en medio de unos agradables viñedos y con restos de su vieja estructura defensiva. La plaza Turenne es un lugar con encanto, rodeada de viejas casas de estilo alsaciano, entre las que destaca el austero ayuntamiento junto a la robusta torre de la iglesia, de varias épocas y base románica. La población conserva tres puertas defensivas formando un triángulo: son las puertas de Brand, Munster y Francia. En el entorno de la Grand Rue pervive una interesante arquitectura tradicional, con casas del XVI y XVII. Se puede decir que Turckheim es uno de los pueblos más tranquilos que nos hemos encontrado en nuestra ruta de 8 días por Alsacia.
A diferencia de otros pueblos, Turckheim tiene un pequeño pero tranquilo mercado navideño.
10. Eguisheim
Eguisheim, cuna del viñedo alsaciano, es una localidad francesa perteneciente al departamento del Alto Rin en la región de Alsacia. Aquí nació el Papa San León IX. Forma parte de la lista de los pueblos más bonitos de Francia. Eguisheim posee una estructura muy peculiar, el trazado de este pueblo de forma circular y rodeado de viñedos lo hacen inolvidable. Sus calles empedradas con casas de entramados de madera, ventanas y balcones de madera y fachadas llenas de color, forman tres círculos concéntricos en torno a los escasos restos del antiguo castillo octogonal del s.XIII. La plaza central también es espléndida, con su fuente, el castillo de los condes de Eguisheim y la capilla llena de colorido de Saint-León IX.
El tradicional mercado de Navidad se encuentra en el centro del pueblo y ocupa las plazas principales. Cada semana se dedica a un tema diferente, pero siempre en relación con la artesanía y los oficios del pasado.
kilómetros entre pueblos
Basilea – Estrasburgo 136 km
Estrasburgo – Obernai 28 km
Obernai – Castillo de Haut 27 km
Castillo de Haut – Bergheim 10 km
Bergheim – Ribeauvillé 4 km
Ribeauvillé – Colmar 16 km
Colmar – Kayserberg 11,5km
Kayserberg – Riquewhir 10km
Riquewhir – Turckheim 12km
Turckheim – Colmar 7km
Colmar – Eguisheim 7km
Eguisheim – Mulhouse 40km
Cómo llegar a Alsacia en avión
Para llegar a Alsacia en avión hay dos opciones: puedes volar al aeropuerto de Estrasburgo o al aeropuerto de Basilea, también llamado Euroairport porque es el aeropuerto principal de tres ciudades: Basilea (Suiza), Mulhouse (Francia) y Friburgo (Alemania). En este aeropuerto hay dos salidas, una por Suiza y otra por Alemania – Francia. Para acceder a la región de Alsacia hay que salir por ésta última. Está todo perfectamente señalizado.
5 diciembre, 2018 a las 16:27
Como puedo imprimir su email sobre Alsacia?
14 diciembre, 2018 a las 7:53
Hola Juan, perdona por no haberte contestado antes, estábamos de viaje. Los textos del blog están protegidos por seguridad, aunque siempre puedes dar un pantallazo o hacer una foto. Un saludo