Día 3 – Arizona
Como habíamos desayunado muy muy pronto enseguida nos entró el hambre. Así que recorrimos la calle principal de Williams, echamos gasolina (recomendamos no apurar mucho el depósito) y comimos algo. Eran las 12:30 cuando pusimos rumbo a una de las maravillas naturales más impresionantes del planeta, el Parque Nacional del Gran Cañón del Colorado. Sólo estábamos a 88 kilómetros de uno de los lugares más ansiados del viaje, por lo que aún nos quedarían horas de luz para poder disfrutar de aquel paisaje brutal.
Llegamos al último pueblo que hay antes del parque, Tusayan, que está a tres kilómetros antes de la entrada del parque. Nosotras lo pasamos de largo ya que teníamos suficiente gasolina y víveres.
Hay cinco casetas de entrada al parque y, a pesar de ser las 14 h., nos encontramos con una cola de unos 15 minutos para entrar (en verano puedes llegar a sufrir varias horas de cola, por lo que es recomendable madrugar). Cuando nos llegó el turno entregamos al ranger el pase firmado junto con el pasaporte para que pudiera comprobar la firma. Si no tienes aún el pase puedes comprarlo en este mismo momento por 80$. En el post de todo lo que debes saber antes de viajar a la Costa Oeste te contamos, entre otros muchas cosas, cómo ahorrarte la mitad de este importe.
En la fotografía puedes ver los precios de la entrada al parque en caso de que no quieras adquirir el pase anual.
Una vez que has pasado la caseta aún hay que conducir 8 kilómetros hasta llegar al parking del parque. Tengo que reconocer que este trayecto se me hizo eterno, ya que me moría de ganas por ver lo que tantas veces había visto en documentales y fotografías. Nos costó bastante aparcar el coche porque estaba todo hasta los topes, pero no te asustes, que sólo es el parking, el parque es enorme y la gente está muy dispersa (por lo menos en octubre). Donde más gente se amontona es en los miradores, pero en cuanto te sales de estos puntos puedes disfrutar del Gran Cañón en completa soledad.
Una vez aparcado el coche nos dirigimos al centro de visitantes. Desde allí parten las distintas líneas de shuttles (autobuses gratuitos) que recorren el South Rim. Salen con una frecuencia de 10-15 minutos durante el día, y cada 30 minutos una hora antes del amanecer y una hora después del atardecer. Si te gustaría recorrer el parque en bicicleta y no lo haces por miedo a cansarte, debes saber que estos autobuses disponen de una plataforma para tranportarlas, y permiten subir y bajar las veces que se quiera.
Dentro del parque operan tres líneas de autobuses y una más fuera de él y se diferencian por colores:
Línea Azul -Village route -. Recorre la zona central del parque, el Village, conectando alojamientos, restaurantes, lodges, tiendas, un supermercado, varios parkings, una oficina de correos, un banco, una clínica, un taller mecánico y hasta una estación de tren… Esta es la línea que debes tomar para enlazar con la roja.
Línea Roja – Hermits rest route -. Accede a los miradores, y nuestra recomendación es que no dejes de visitar ninguno. Seguramente estos puntos estén llenos de gente, pero si te desplazas andando entre miradores por el borde del Gran Cañón, encontrarás infinidad de puntos con vistas impresionantes que podrás disfrutar en absoluta soledad. Por eso recomendamos combinar bus y senderismo entre miradores, ya que todo el borde del cañón es un mirador en sí. Esta línea funciona del 1 de marzo al 30 de noviembre. De diciembre a febrero puedes hacer este recorrido con tu propio coche.
Linea naranja. – Kaibab/rim route -. Permite acceder a Mather Point, Pipe Creek, South Kaibab Trailhead y Yaki Point desde Yavapai Point. Parte del recorrido se puede realizar en coche para continuar por la Desert View Drive, pero la carretera hasta South Kaibab Trailhead y Yaki Point está cerrada a vehículos particulares.
Desert View Drive es la vía de salida de todos aquellos que se dirigen hacia Page para llegar a Antelope Canyon o a Monument Valley. Antes de salir del parque hay otros cinco puntos de parada obligatoria: Grandview Point, Moran Point, Lipan Point, Navajo Point y Desert View Watchtower.
Línea morada – Tusayan Route -, opera fuera del parque y conecta el pueblo de Tusayan con el mismo. Se debe tener el pase anual válido para hacer uso de la misma. Funciona de marzo a septiembre.
Nosotras comenzamos con la línea azul para enlazar con la roja y visitar los miradores de la parte oeste. Nos bajamos en Hermet Rest Route Transfer y en cuanto bajamos del bus el impacto visual fue mayúsculo. ¡Cualquier calificativo se queda corto para definir lo que teníamos ante nuestro ojos!. El cuerpo se nos bloqueó en medio del camino y la gente tropezaba con nosotras. Cuando por fin reaccionamos, no podíamos dejar de preguntarnos qué demonios era aquello. No terminábamos de creernos que aquello fuera real.
La mayoría de los turistas visitan el Gran Cañón desde la zona sur, pero también se puede visitar desde el norte o desde el oeste. El South Rim está abierto las 24 horas del día, los 365 días del año, mientras que el North Rim sólo abre desde el 15 de mayo al 15 de octubre.
En el West Rim es donde se encuentra el Skywalk, el mirador con el suelo de cristal. Grand Canyon West no está dentro del parque, ya que es propiedad de la tribu india Hualapai, por lo que no es válido el “Annual Pass”. Los Hualapai, al igual que los Navajos, se están haciendo de oro debido a la explotación de los respectivos cañones, por lo que si decides visitar este mirador prepara la cartera ya que sólo por aparcar te cobrarán… ¡¡20$!!, a lo que tendrás que sumar el importe del paquete que elijas para realizar la visita. Para saber qué incluye cada paquete pincha aquí. ¡Ah! También debes saber que no está permitido entrar en la plataforma con cámaras fotográficas ni teléfonos móviles, objetos que podrás depositar en una consigna.
Para dormir en el camping Mother Campground, que se encuentra dentro del parque, es necesario reservar en la web oficial. Si no lo haces lo más seguro es que te quedes sin parcela donde acampar. Este camping está abierto durante todo el año.
En el camping Desert View Campground no se puede hacer reserva y las plazas se ocupan por orden de llegada. Este camping también está situado dentro del parque y está abierto desde mediados de abril hasta mediados de octubre.
Nosotras no hicimos reserva, así que, como era de esperar, no quedaba sitio. Pasamos al plan B, buscar en la aplicación iOverlander o WikiCampsUSA un lugar próximo donde dormir. Ambas apps coincidieron en que había un pinar cercano al pueblo de Tusayan, llamado Long Jim Loop, donde está permitido pernoctar de manera gratuita, así que allí hicimos noche. Si estas tan loc@ como nosotras y quieres ahorrarte una pasta en alojamiento, en la etapa 1 encontrarás un pequeño vídeo en el que explicamos cómo nos lo montamos para gastarnos muy poco dinero durmiendo en el coche.
Contrata el mejor seguro para tu viaje al mejor precio
Alquila tu coche con hasta un 15% de descuento
Completa tu viaje con todas las actividades al mejor precio
Día 4 – Arizona
El madrugón fue monumental, eran las 5 de la mañana cuando sonaba el despertador. Apenas estábamos a 10 minutos del parque y aún tardaría en amanecer algo más de una hora, pero queríamos llegar con tiempo para buscar un buen lugar donde ver amanecer, así que sin desayunar pusimos rumbo. Cuando llegamos no había rangers en las casetas, pero los accesos estaban abiertos, así que entramos sin más. Era probable que fuésemos las primeras en entrar al parque por lo que, a diferencia del día anterior, teníamos el parking entero para nosotras.
Al ver que teníamos tiempo de sobra y había menos gente de la que esperábamos, aprovechamos para desayunar. Hacía bastante frío, así que nos llevamos el saco de dormir para taparnos mientras veíamos amanecer, ¡y nos vino de perlas!. Buscamos un lugar aislado, al borde del cañón, para evitar las aglomeraciones de los miradores.
Ver amanecer en el Gran Cañón del Colorado fue uno de los momentos más mágicos que hemos vivido. Ver iluminarse poco a poco aquel inmenso socabón que las aguas del río Colorado ha moldeado sin descanso durante 2.000 millones de años, al mismo tiempo que la meseta del Colorado se elevaba nos hizo sentir las personas más afortunadas del planeta, sentimos que la vida nos había hecho uno de los mejores regalos de nuestra vida.
Sus dimensiones estratosféricas ponen los pelos de punta a cualquiera. 446 kilómetros de longitud, 30 kilómetros de ancho y en algunos puntos alcanza profundidades de 1600 metros. Esta gran grieta está situada, en su mayor parte, dentro del Parque Nacional del Gran Cañón, uno de los primeros parques naturales de los Estados Unidos, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1979 por la Unesco.
Tomamos la línea naranja y la recorrimos entera para disfrutar de otros puntos de vista de este Gran Cañón. Después cogimos nuestro coche para seguir por la Desert View Drive, parando en los últimos miradores del parque antes de salir por el este para dirigirnos a Page. El mirador que más nos gustó de todo el parque fue el Grandview Point.
A media hora del Gran Cañón (por la parte este), se encuentra el Little Colorado River NavajoTribal Park. El río Little Colorado, afluente del Colorado, ha formado un bonito cañón en el que el contenido mineral del agua hace que durante los meses de verano el agua parezca de un color azul intenso mientras en otras épocas del año, el agua parece de color rojo sangre.
Aunque no se disponga de mucho tiempo merece la pena hacer una parada en este lugar. Nosotras hicimos una pequeña ruta de poco más de una hora por el borde del cañón antes de continuar nuestro camino con destino a Page, trayecto durante el cual, este cañón nos acompañaría durante muchos kilómetros.
Era la hora de cenar cuando llegamos a Page, así que hicimos lo propio. Nos recomendaron hacerlo en Big Johns Texas BBQ, un local al más puro estilo americano donde sirven unas costillas a la barbacoa para chuparse los dedos, maridadas con música country en directo. Pero… ¡nuestro gozo en un pozo!, aquella noche no habría actuación por culpa de la lluvia.
Por esta misma razón tampoco pudimos pasear por Page, así que nos fuimos a dormir que falta nos hacía. Nos quedamos en el camping Page Lake Powell, uno de los pocos que encontramos con ducha. Al día siguiente nos esperaba un gran día, visitar uno de los cañones más espectaculares y fotografiados del mundo, el Antílope Cañón, pero antes pasaríamos por Horsehoe Ben.
Deja un comentario