La mayoría de los turistas llegan a Rumanía por unos pocos días atraídos, especialmente, por las leyendas del Conde Drácula, lo que hace, sin duda, que Transilvania sea la región más popular y turística del país balcánico.
Pero Rumanía posee un patrimonio rico y variado, debido a las diferentes culturas que influyeron en la región, como los Monasterios pintados de Bucovina o las Iglesias de madera de Maramures, ambos Patrimonio de la Humanidad, que nosotras incluimos en nuestro roadtrip de 12 días por Rumanía y que recomendamos encarecidamente.
Hemos creado este post dedicado a Transilvania para que no te pierdas nada de la región que sirvió de hogar al vampiro más famoso del mundo. En él vamos a enseñarte que este rincón de Rumanía ofrece mucho más que hermosos castillos, como por ejemplo: las ciudades medievales mejor conservadas de Europa, iglesias amuralladas centenarias, ciudadelas y parques nacionales habitados por lobos y osos, porque ¿sabías que en Rumanía viven entre 4000 y 6000 osos pardos?.
1. Castillo de Peles
Este castillo, situado en la ciudad de Sinaia, fue construido en 1873 como residencia de verano para el rey Carlos I de Rumanía y la reina Isabel de Wiedn. Aunque se conoce como castillo, más bien se trata de un palacio, ya que nunca tuvo finalidad defensiva. Fue uno de los monumentos más importantes de Europa del siglo XIX ya que gozaba de electricidad e, incluso, de calefacción y ascensor.
Fue residencia real hasta 1948 cuando fue conquistado por los comunistas y en 1953 se convirtió en museo, aunque hasta 1990 no se abrió al público. Actualmente, es uno de los lugares más visitados de Rumanía y no es de extrañar, ya que es tan espectacular por dentro como por fuera, por lo que su visita es obligada.
Este castillo no se parece en nada a los que habíamos visto hasta ahora. El exterior destaca por su estilo neorrenacentista con aires sajones. A sus pies hay varios jardines con fuentes y esculturas de Romanelli. Se encuentra rodeado de un hermoso bosque, que, con los colores ocres del otoño, hace resaltar más su belleza si cabe.
La ostentosidad y lujo de su interior provoca al visitante el efecto ¡Wowww!. Cuenta con más de 160 habitaciones, decoradas totalmente en madera, con gigantes lámparas de cristal de Murano, vidrieras decoradas, mobiliario de madera de teca, balaustradas de marfil, vajillas de porcelana… una maravilla que no deja indiferente a nadie.
Entrada primera planta: adultos 30 RON, estudiantes: 7,5 RON
Entrada dos plantas: adultos 60 RON, estudiantes 15 RON
Tasa foto: 35 RON. Tasa vídeo: 60 RON
Horario: lunes: cerrado, martes: 9h a 16:15h (sólo planta baja), miércoles: 11h a 16:15h, de jueves a domingo: 9:15h a 16:15h
Dónde aparcar en el castillo de Peles: En el recinto del castillo hay dos parkings de pago (10 RON), pero es posible aparcar gratis en la Strada Octavian Goga y en la Strada Manastirii, a 15 minutos andando del castillo.
2. Castillo de Pelisor
Apenas a 100 metros del Castillo de Peles, oculto entre los árboles, se encuentra el Castillo de Pelisor. Este castillo fue construido entre 1899 y 1902 para ser la residencia de verano de los príncipes herederos, Fernando I de Rumanía y María de Edimburgo.
Aunque es mucho más sencillo que el anterior, cuenta con 99 habitaciones amuebladas y decoradas con mucho gusto entre las que destacan: el dormitorio de oro, la habitación de oro, el despacho del Rey y el despacho de la Reina. Además conserva muchos tesoros de las artes decorativas y una gran colección de muebles vieneses.
Entrada: adultos 20 RON, estudiantes 5 RON
Horario: lunes y martes: cerrado, miércoles: 11-16:15h, de jueves a domingo: 9:15-16:15h
3. Monasterio de Sinaia
El monasterio de Sinaia fue fundado en 1695 y recibió este nombre por el gran monasterio de Santa Catalina en el monte Sinaí. Este monasterio consta de dos patios. En el centro de cada patio hay una iglesia de estilo bizantino. Una de ellas es la Iglesia Vieja (Biserica Veche) de 1695. En 2006 se cerró al público para recobrar su belleza original y reabrió de nuevo en 2016; y la otra es la Gran iglesia (Biserica Mare), construida en 1846. Ambas nos parecieron impresionantes.
El plan inicial era que en el monasterio habitaran doce monjes, simulando a los Doce Apóstoles, pero éstos fueron en aumento con el paso del tiempo. En la biblioteca, los monjes guardan joyas valiosas de la familia Cantacuzino, así como las primeras traducciones de la Biblia al rumano del 1668.
Entrada gratuita
Dónde aparcar en el monasterio de Sinaia: En las inmediaciones del monasterio hay parking de pago pero es posible aparcar gratis en la Strada Octavian Goga y en la Strada Manastirii, a 5 minutos andando del monasterio.
4. Castillo de Bran
Esta fortaleza medieval es la que atrae a la mayoría de turistas a visitar Transilvania debido a la creencia popular de que era la antigua residencia de Vlad Țepeș el Empalador, más conocido como el Conde Drácula. Aunque lo cierto es que el personaje en el que se inspiró Stoker jamás vivió en este castillo, se cree que pudo estar encerrado un par de días en una de sus mazmorras.
Cuenta con 60 habitaciones conectadas por estrechas escaleras y pasillos, los cuales hacen difícil la visita debido al gran numero de turistas que se concentran en ellos. Algunas de las habitaciones se conectan por pasajes subterráneos y unas pocas albergan una pequeña colección de muebles, armas y armaduras de los siglos XIV al XIX. Particularmente lo que más nos gustó del castillo fue su pequeño patio interior.
A pesar de encontrarse en lo alto de una roca a 200 metros de altura y tener un aspecto fortificado con sus torres y torreones, este castillo sufrió pocos asedios y sólo sirvió como residencia veraniega durante las décadas de 1920 y 1930 a la reina María de Rumanía.
Entrada: adultos 40 RON, estudiantes 25 RON
Horario: de abril a septiembre: lunes:12-18h, de martes a domingo: 9-18h. De octubre a marzo: lunes: 12-16h, de martes a domingo: 9-16h
Dónde aparcar en el castillo de Bran: Alrededor del recinto del castillo hay varios parking de pago (10 RON), pero dejar el coche en cualquiera de sus calles es gratis.
5. Brasov
Rodeada por los montes Cárpatos, Brasov es una de las ciudades más bonitas y con ambiente de Rumanía. Fue fundada en 1203 por los caballeros de la Orden Teutona para facilitar el comercio entre oriente y occidente.
Es famosa por los muros y bastiones sajones de la época medieval que levantaron los turcos. A día de hoy aún se conservan algunos bastiones, alguna puerta como la Puerta de Ecaterina y alguna torre que se puede visitar, como la Torre Blanca, a la que se puede subir para tener unas bonitas vistas de la ciudad.
La Piaţa Sfatului o plaza del Consejo se encuentra en el adoquinado centro de la ciudad. Es el centro neurálgico de la misma, en ella se encuentra la Casa Sfatului, un antiguo ayuntamiento que se ha transformado en un museo de historia local y está rodeada de edificios barrocos de colores, la mayoría convertidos en restaurantes y cafeterías de lujo. En la Edad Media, esta plaza tenían lugar las ejecuciones públicas.
Junto a la plaza se encuentra la imponente Iglesia Negra de estilo gótico (10 RON), su nombre viene del incendio de 1689 que dejó de este color la fachada pero su nombre original era Marienkirche o Catedral de Santa María. Es la iglesia más importante del país y cuenta con la campana más grande de Rumanía.
Uno de los lugares más fotografiados de Brasov es la Strada Sforii, famoso por ser el callejón más estrecho de Europa, con 1,3 metros de anchura.
La ciudad se encuentra a los pies del Monte Tampa, al cual es posible subir caminando o bien en funicular (ida 10 RON, i/v 18 RON) para tener unas vistas espectaculares de la ciudad, y si tienes suerte ver algún oso.
Dónde aparcar en Brasov: Hay un parking de pago en la Strada George Baritiu, muy cerca de la iglesia Negra, aunque puedes probar suerte callejeando.
6. Ciudadela de Rasnov
En la ciudad de Rasnov, a unos 200 metros de altura, se encuentra esta fortificación que reconocerás fácilmente por su enorme letrero al más puro estilo Hollywoodiense. Se trata de una de las fortificaciones de Transilvania mejor conservadas y, aunque se menciona por primera vez en documentos del siglo XIV, parece ser que sus orígenes datan del siglo XIII.
La ciudadela consta de una muralla exterior y otra interior. Una vez atravesados ambos muros, caminando por sus callejuelas de arena, nos encontramos con pequeñas casas que hace tiempo que dejaron de ser vivienda de los habitantes de la ciudadela. Algunas de ellas ahora se han convertido en tiendas de recuerdos y souvenirs. También se conserva parte de lo que fue la escuela, la capilla y un pozo de 1642.
Desde la parte alta de la ciudadela hay unas preciosas vistas: al norte, la ciudad de Rasnov y los Montes Fagaras; al sur, los Montes Cárpatos y el Parque Natural Bucegi.
Se puede acceder a la ciudadela de varias maneras: Desde el oeste tomando un funicular por 5 RON o desde el este, bien a pie por un camino adoquinado aunque bastante inclinado (15 minutos), o bien utilizando uno de los trenecitos que hacen ese mismo trayecto por 5 RON.
Entrada: 10 RON, estudiantes 5 RON
Horario: de abril a octubre: 9-18h y de noviembre a marzo: 9-17h
Dónde aparcar en la ciudadela de Rasnov: Parking gratuito en la base de la montaña.
7. Iglesia fortificada de Prejmer
La iglesia fortificada de Prejmer presume de ser la de mayores dimensiones de toda Europa y su estado de conservación es magnífico por lo que está catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fue construida por los Caballeros Teutónicos entre 1212 y 1213, tiene una planta de cruz y bóvedas de estilo gótico tardío.
Rodeando la iglesia se encuentran las celdas, repartidas en cuatro alturas, donde cada familia se refugiaba en caso de asaltos a la ciudad. Contaba con un buen sistema defensivo: unos muros de 8 metros de grosor, torreones y bastiones. Además, tenían un túnel subterráneo que conectaba con el exterior para poder aprovisionarse.
Entrada: 15 RON, estudiantes 7 RON
Horario: lunes: 9-17h, martes a sábado: 9-18h y domingo: 11-18h
Dónde aparcar en la iglesia fortificada de Prejmer: Parking gratuito junto a la puerta.
8. Iglesia fortificada de Harman
Esta iglesia fue construida en la primera mitad del siglo XII sobre la base de una antigua basílica romana, aunque se reconstruyó en estilo gótico tras un incendio ocurrido en 1593.
La fortificación consta de dos muros perimetrales, el primero de 4,5 metros y el segundo de 12 metros, el cual aprovechaban para construir estancias en su interior. Esta fortaleza tiene menos habitáculos que la de Prejmer, pero son más grandes, se cree que eran para familias adineradas. Sus seis torres no sólo tenían finalidad defensiva, sino que también servían para el almacenamiento de víveres.
La iglesia se sitúa en el centro de la fortaleza. La torre tiene unos 50 metros de altura y en su techado tiene 4 pequeñas torres. Éstas indicaban que el pueblo de Harman tenía el derecho de aplicar la pena de muerte. Se puede subir a la torre de la iglesia y de admirar uno de los pocos frescos antiguos conservados en Rumanía.
Entrada: 10 RON
Horario: lunes a sábado: 9-12h y 13-17h y domingo: 10-12h y 13-17h
Dónde aparcar en la iglesia fortificada de Harman: Parking gratuito junto a la puerta.
9. Iglesia fortificada de Viscri
Viscri es una pequeña aldea rural anclada en el tiempo, lo que hace que tenga un encanto especial. Los animales campan a sus anchas por sus calles aún sin asfaltar, sus vehículos son carros tirados por caballos y los aldeanos venden su artesanía en la puerta de sus coloridas casas de arquitectura sajona a lo largo de la calle que sube a la iglesia fortificada.
Esta iglesia, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se comenzó a construir en 1100 por los székely. Hacia 1525 se añadieron las primeras torres y en el siglo XVIII se construyó una muralla defensiva.
Los pueblos székely y sajones de Transilvania nacieron durante los siglos XI y XIII. La amenaza de las invasiones otomanas y tártaras eran constantes, por lo que para defenderse, construyeron fortificaciones. Las ciudades más importantes se fortificaron completamente y las más pequeñas crearon fortificaciones en torno a su iglesia.
Dentro del recinto, además de a la iglesia, se puede acceder a las torres, la despensa y a un pequeño museo etnográfico que muestra cómo era la vida tradicional de la zona.
Entrada: 10 RON, estudiantes 5 RON
Horarios: De 10-13h y 14-18h
Dónde aparcar en la iglesia fortificada de Viscri: No hay parking como tal, se puede dejar el coche en cualquier lado.
10. Iglesia fortificada de Saschiz
Como nos pillaba de camino, hicimos parada en Saschiz atraídas por la Torre del Reloj medieval de su iglesia fortificada, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1999.
La iglesia fortificada de Saschiz fue construida en estilo gótico en el siglo XIII con un altar y púlpito barroco y fue bautizada con el nombre de San Esteban de Hungría. Sus murallas (hoy inexistentes) contenían seis torres, de las cuales sólo una sigue en pie. Después de 1677 esta torre de 48,5 metros de altura se transformó en campanario, que más tarde dos incendios destruyeron casi por completo. Gracias a un largo proceso de restauración, que comenzó en 1832, podemos disfrutar hoy de la Torre del Reloj tal y como era. Bajo nuestra humilde opinión carece de interés, por lo que es una visita totalmente prescindible.
Entrada: 4 RON
Horarios: De abril a octubre: martes cerrado, resto de días de 10-18h. De noviembre a marzo: martes cerrado, resto de días de 10-16h.
Dónde aparcar en la iglesia fortificada de Saschiz: No hay parking como tal, pero se puede aparcar junto a la iglesia.
A 4 kilómetros de Saschiz se encuentra la Fortaleza del Gigante, también llamada la Fortaleza de los Campesinos por ser un lugar de refugio en el pasado. Esta fortaleza de 5000 metros cuadrados data del siglo XIII y está situada en una meseta a 680 metros de altura, cuenta con seis torres y ofrece unas maravillosa vista panorámica de la iglesia fortificada.
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11. Sighisoara
Sighisoara es otra de las poblaciones fundadas en el siglo XII por los sajones venidos de Alemania durante la alta Edad Media. Es una de las ciudades medievales mejor conservadas de Europa, lo que hizo que la UNESCO incluyese la ciudad en 1999 a su Patrimonio de la Humanidad.
Sighisoara es famosa por su casco antiguo repleto de casas de colores, torres, restos de murallas e iglesias medievales, pero también es conocida por ser la ciudad natal de Vlad Țepeș el Empalador. Es posible entrar en su habitación y ver un pequeño museo de armas. Nosotras no entramos, por lo que leímos, no merecía la pena.
Junto a su casa se encuentra la Torre del Reloj del siglo XIV, que alberga el Museo de Historia (entrada 15 RON) y desde la cual se pueden contemplar los tejados de la ciudad. Al lado de la torre está el monasterio dominico de Sighisoara. La iglesia del monasterio fue construida en el siglo XIII, pero tuvo que ser reconstruida tras los ataques de los mongoles en el siglo XV. Caminando por la Strada Scolii se llega a La escalera de los estudiantes, una escalinata cubierta de madera que daba cobijo a los estudiantes de camino a la escuela. Esta escalera, construida en 1642, tenía más de 300 escalones pero actualmente sólo quedan 175. En lo alto de la colina se encuentra la vieja escuela y la Iglesia de la Colina, de estilo gótico transilvano.
Del sistema defensivo de la ciudad aún se conservan varias torres, la Turnul Croitorilor y la Turnul Cizmarilor, de planta hexagonal y de la que aún se conserva parte de la muralla contigua. Junto a esta torre se encuentra la iglesia católica de Sf. Iosif del siglo XIX.
Callejear por sus coloridas calles es una actividad obligatoria en Sighisoara.
Dónde aparcar en Sighisoara: En la calle Ilarie Chendi hay aparcamiento en zona azul, pero si te metes por las calles adyacentes encontrarás aparcamiento gratuito.
12. Lago rojo y Garganta del río Bicaz
El nombre de este lago se debe a que los ríos que desembocan en él atraviesan terrenos con estratos de óxido de hierro proporcionándole un color rojizo.Para nosotras lo que le hace especial a este lago, más que la ausencia del color rojizo (dedujimos que quizás se vería de ese color en determinadas épocas del año), es el bosque de árboles petrificados que hay en el centro del mismo.
Este lago es la puerta de entrada desde el lado transilvano a la imponente Garganta del río Bicaz. Un espectacular cañón natural situado en la zona central de los Montes Cárpatos, que discurre a lo largo de ocho kilómetros de serpenteantes curvas. Para los alpinistas y practicantes de trekking es un verdadero paraíso, ya que el lugar tiene imponentes montes y picos.
13. Cluj Napoca
Esta ciudad sajona tiene 2000 años de antigüedad y ha sido una ciudad muy importante gracias a su posición geográfica. Destaca por sus calles, plazas y monumentos que datan de las épocas sajona y húngara, además de por su ambiente universitario y su vida nocturna.
Tiene un bonito casco histórico. En torno a su plaza central, Piața Unirii, se encuentra la iglesia de San Miguel, de estilo gótico, que cuenta con una torre que es visible casi desde cualquier punto de la ciudad y a la que se puede subir. En la misma plaza está la impresionante estatua del rey Matías Corvino, que reinó en el siglo XV. Junto a la iglesia se encuentra el palacio barroco Bánffy del siglo XVIII que alberga el Museo de Bellas Artes con exposiciones de arte rumano.
Otra visita imprescindible es la Catedral Ortodoxa, que, aunque no es tan antigua como otros monumentos, se considera de imponente arquitectura y belleza. Destacan sus cuatro campanas ¡de una tonelada cada una!.
Cluj Napoca también tiene lugares para disfrutar de un rato de relax, como el Parcel Central Simion Bârn, un parque que cuenta con zonas verdes, lago, estatuas y hasta un palacete. La ciudad también cuenta con un jardín botánico, de casi 14 hectáreas con un jardín japonés, otro romano, varios invernaderos y un instituto botánico.
También es posible subir a la colina de la Fortaleza de Dealul Cetatuia para tener unas vistas de toda la ciudad.
Dónde aparcar en Cluj Napoca: Aparcar gratis en el centro de la ciudad no es posible, hay que aparcar en zona azul o parkings de pago.
14. Mina de sal de Turda
Éstas no son las primeras minas de sal que visitamos, en nuestro viaje a Polonia estuvimos en las minas de Wieliczka, igual de impresionantes pero completamente distintas. La salina Turda nos ofrece un mundo subterráneo futurista, en el que se han aliado la naturaleza y la mano del hombre para que hoy podamos disfrutar de este lugar de dimensiones brutales.
Este depósito de sal sedimentario formado hace 18 millones de años tiene una superficie de 45 km2 y en algunos puntos alcanza los 1200 metros de profundidad. Los dibujos que forma la sal en sus paredes son espectaculares.
La mina se divide en varias salas, entre las que destacan la Mina Rudolf por sus dimensiones: 50 metros de ancho, 80 metros de largo y 40 metros de profundidad. Pero lo más sorprendente es que ¡dentro hay un parque de atracciones! con una sala de conciertos, una noria, un mini golf, una bolera, mesas de ping pong…. Y la Mina Terezia, que tiene una profundidad de 90 metros y un lago de unos 70 metros de diámetro en el que se puede alquilar unas barquitas de remos.
El aire de esta mina es favorable para los trastornos respiratorios por su temperatura constante, la humedad y la concentración de partículas de sal fina, por lo que, desde 1992, la mina se utiliza como sala de tratamientos subterráneos.
Entrada: 40 RON, estudiantes 20 RON.
Horarios: todos los días: 9-17h, última entrada a las 16h.
Dónde aparcar: Justo en la entrada de la mina hay un parking que cuesta 2 RON/hora. O bien se puede dejar el coche en el margen de la carretera de forma gratuita.
15. Alba Iulia
Al igual que Cluj Napoca, ésta es una ciudad bimilenaria. Recibe su nombre de la madre del emperador Marco Aurelio, Julia Augusta. Durante la dominación romana fue apreciada por los yacimientos de oro y sal, además de por la riqueza de sus recursos forestales y agrícolas.
La ciudadela con forma de estrella se encuentra dentro de un recinto amurallado conocido como ciudadela de Alba Carolina. Fue levantada por los Hausburgo entre 1715 y 1738 sobre un castro romano y otra ciudadela. Tiene 12 kilómetros de muralla en los que podemos encontrar seis puertas barrocas y siete bastiones.
Intramuros se encuentran los principales edificios históricos que visitar: El museo Unirii, el Palacio Episcopal, sede de la Biblioteca Batthyaneum, y dos catedrales. La Catedral de la Reunificación, es un templo ortodoxo construido en 1921 en estilo bizantino. Destaca su campanario de 58 metros de altura y su interior con pinturas murales. La Catedral de San Miguel, es católica y fue construida en el siglo XII, aunque restaurado tras la destrucción de los tártaros en el siglo XIII. Destaca la puerta renacentista, el coro gótico y la torre.
Dónde aparcar en Alba Iulia: Cerca de la Poarta I-a a Cetăţii se encuentra el parking gratuito Alba Parcare.
16. Castillo de Corvin
17. Sibiu
Otro de los lugares que hay que ver en Transilvania es Sibiu, famosa por la arquitectura germánica de su casco antiguo, legado de los colonizadores sajones del siglo XII, que desde 2004 es Patrimonio de la Humanidad. Alrededor de la ciudad se conservan restos de varias murallas y torres medievales, como la Torre del Consejo, del siglo XIII o el bastión Haller.
Sibiu se divide en dos partes: La Ciudad Baja, que fue la parte más industrial y La Ciudad Alta, es la zona más rica ya que los comercios se ubicaban en sus tres plazas principales. En la plaza Huet se encuentra la Catedral Luterana Evangélica del siglo XIV, rodeada de edificaciones principalmente góticas. La Plaza Grande, es el centro neurálgico de la ciudad. En ella se encuentra el Palacio Brukenthal, de estilo barroco, que alberga el Museo Nacional. Justo al lado se encuentra la Casa Azul, de estilo barroco del siglo XVIII, y en la parte norte la iglesia Jesuita y el ayuntamiento. Mediante un callejón se accede a la Plaza Pequeña, donde se encuentra uno de los rincones más fotografiados de la ciudad, el puente de los mentirosos, el primer puente de hierro forjado de Rumanía, del que dicen que suena si pasa un mentiroso por él. En la parte alta también se encuentra la Catedral de la Santísima Trinidad, ortodoxa, de principios del siglo XX.
A lo largo de tu paseo por las empedradas calles de esta ciudad podrás ver sus casas de colores, la mayoría de estilo barroco, de los siglos XVII y XIX, con altos tejados y ventanas pequeñas que parecen ojos, de ahí que a esta ciudad se la conozca como la ciudad con ojos.
Dónde aparcar en Sibiu: se puede aparcar gratis en el Parking Cibin Market, a cinco minutos de la parte alta de la ciudad.
18. Hotel Castelut de Lut
No es la casa de Blancanieves, ni tampoco la de Hansel y Gretel, este rinconcito de cuento tan fotogénico tiene la finalidad de ser un hotel, aunque todavía no funciona como tal.
El hotel Castelul de Lut, del que poco se sabe, se encuentra en las montañas de Transilvania y está siendo construido sólo con materiales naturales como madera, arcilla, arena y paja.
Dónde aparcar en Hotel Castelut de Lut: Justamente a la entrada se puede dejar el coche de manera gratuita.
19. Carretera Transfagarasan
Conocida también como el Camino hacia las nubes, esta carretera une Cartisoara con Curtea de Arges, atravesando las montañas Fagaras, en los Cárpatos meridionales. A lo largo de sus serpenteantes 100 kilómetros hay tres paradas obligatorias: La primera en la Cascada Balea, un salto de agua de unos 60 metros de altura al que se llega caminando en unos 50 minutos desde el teleférico. La segunda parada se encuentra en el punto más alto, a 2042 metros, donde se sitúa el precioso lago Balea, de origen glaciar. Puedes dejar el coche en el parking de pago o, si tienes suerte, aparcar junto al lago de manera gratuita. Para llegar a la tercera parada hay que atravesar un túnel de un kilómetro, y tras el descenso del puerto se llega al Lago Vidraru, una enorme presa rodeada de bosques que ofrecen unas preciosas vistas.
Hay que tener en cuenta que Transfagarasan cierra al tráfico desde el mes de noviembre hasta junio, pero lo mejor es consultar las fechas aquí.
20. Castillo Poenari
Antes de dejar la carretera Transfagarasan se encuentra el verdadero castillo de Drácula, una fortaleza construida en el siglo XIII y reconstruida por Vlad Tepes en el siglo XV. Aunque en la actualidad se encuentra en ruinas, su ubicación ofrece unas vistas espectaculares de los Cárpatos. Para llegar hasta el castillo hay que adentrarse en el bosque, salvando un desnivel de 400 metros y subiendo 1482 escalones.Hay que tener en cuenta que es una zona frecuentada por osos, como explicábamos antes, la mayor población de osos de Europa está en Rumanía.
Entrada: 5 RON
Dónde aparcar en el Castillo Poenari: En la misma carretera hay un parking gratuito para dejar el coche.
Probablemente sea uno de los post más largos que hayamos escrito, pero queríamos contaros todo lo que ver en Transilvania para demostrar, como decíamos al principio, que no solo hay castillos, sino que ofrece muchísimas cosas más.
Esperamos haberte animado a conocer este rinconcito del mundo que tanto nos ha gustado.
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