PEKIN (BEIJING)
Aterrizamos en Pekín después de 13 horas de vuelo. Presentamos en el control policial el visado que hicimos en la embajada de China en Madrid (tardan unos 5 días, era de doble entrada y nos costó 81,30€). Nos recogen en el aeropuerto los de la guesthouse donde nos alojamos por cuatro noches (160 Y/noche hab. doble), Beijing Downtown Backpackers.
Dejamos inmediatamente nuestras mochilas en la habitación y fuimos a cambiar dinero a un banco (1€=8,98 Y) y con yuanes ya en mano empezamos a gastar yendo a visitar la torre del tambor (15 Y/persona). Tuvimos suerte porque en ese preciso momento unos entusiastas de las baquetas se pusieron a golpear los tambores como que no hubiera mañana.
Ya en el parque Beihai (12,5 Y/per) el frío nos dejó difrutar poco de este jardín imperial de 69 hectáreas y de su lago. No estabamos dispuestas a pasar más frío y cogimos un taxi hasta el mercado de la seda donde aprovechamos a comprarnos unos guantes. Pasada la tarde volvemos al hotel ya con ganas, estabamos cansadas del viaje y necesitabamos entrar en calor.
Es un lugar que sin entrar ya impresiona. La puerta por la que se pasa al interior de la ciudad es imponente, lo que te encuentras dentro indescriptible, es un lugar para cerrar los ojos e imaginárselo en pleno apogeo.
Cuando viajamos a ciudades que poseen lugares que han marcado un antes y un después en la historia de un país, procuramos apartarnos del bullicio turístico para sentarnos en algún rincón solitario donde poder cerrar los ojos para transportarnos en el tiempo. En esta ocasión viajamos 600 años atrás, para imaginarnos cómo era la vida dentro del palacio imperial de la Ciudad Prohibida de Pekín entre las disnastías Ming y Qing. Empujamos las enormes puertas rojas decoradas con gigantescas tachuelas, el bullicio era increíble en aquel majestuoso complejo arquitectónico de 720.000 m² de muros impenetrables en el que gobernaron 24 emperadores. Sus extensos patios daban paso a 980 pabellones, su mayoría hechos de madera, en los que, de vez en cuando, en alguno de ellos tenían lugar ceremonias oficiales, en otros residían las concubinas imperiales y en otros la gente iba y venía sumisos a los deseos de algún superior, mientras eran observados por los guardianes de los tejados encargados de proteger los pabellones de algún posible incendio. El rugido de uno de aquellos leones que custodiaban las puertas nos devolvió a la realidad y al abrir los ojos descubrimos que teníamos los pelos de punta, no lo imaginamos… lo sentimos.
Cuando nos dirigíamos a la entrada una guía de turistas chinos nos dijo que si nos podíamos hacer una foto, a lo cual le contestamos que si, era tal su entusiasmo que nada nos costaba. Primero se puso uno, luego ese mismo con su mujer, luego otro, luego otro, luego el grupo, luego querian todos, por separado en grupillo, en pareja, hasta que dijimos, BASTAAAA!!! estuvimos haciéndonos fotos durante….ummm ni se sabe el tiempo, ¿Pero como podíamos causar tanta sensación dos humildes occidentales en una ciudad donde se habían vivido recientemente unos juegos olímpicos?
… sin comentarios.
El Templo del Cielo está situado en el parque Tiantan Gongyuan, al sur de la ciudad. Fue construido en el año 1420 y tanto la dinastía Ming como la Qing lo utilizaron para adorar por las cosechas (en primavera) y dar las gracias al cielo por los frutos obtenidos (otoño). Desde el año 1998 está considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Este templo nos gustó mucho, dicen que es el centro del universo, pero ni caso que son chinos y por lo tanto, están chinaos, el centro del universo es mi ombligoooo.
MUTIANYU – GRAN MURALLA CHINA
Nuestro sitio elejido para ver la Muralla fue Mutianyu. Llegar hasta aquí fue un verdadero desafío…
La gran muralla china es una antigua fortificación construida y reconstruida entre el siglo V a. C. y el siglo XVI para proteger la frontera norte del Imperio chin.
XI’AN
Llegamos en avión desde Pekín…
Alquilamos a última hora de la tarde para recorrer la muralla de Xian unas bicis, menudas reliquias, por lo menos por lo menos tenían los mismos siglos que los guerreros de terracota.
Los guerreros de terracota de la dinastía Quin Shi Huang, 210-209 a.C., estos chinos todo lo hacen a lo grande, ¿Que hay que hacer guerreros? ¡Pues hagamos 8000!. Todos son distintos y de tamaño real.
¡¡Mírala que guapita!!
Pagoda de la gran oca salvaje, el templo se construyó en el año 589, durante la dinastía Sui.
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Las pagodas del sol y la luna en el lago Shan Hu
La gente vive en edificios altísimos de 30 pisos de altura en habitaciones de 2×2 metros. ¡Damos fe!
Datos a tener muy en cuenta a la hora de viajar a Hong Kong. La población en 2005 superaba los 7.000.000 de habitantes, alcanzando los 6.200 hab/Km2. Kowloon en 1991 alcanzó a tener 40426 hab/Km2. Todo una locura.
La zona de la ciudad vieja de Shanghai, nada que ver con la moderna, tiene demasiado ambiente, esto te impide soñar por un momento que formas parte de la dinastía Ming.
Conocida como la Venecia de Asia, allí nos presentamos en tren desde Shanghai, para callejear y ver a los gondoleros en los canales y visitar sus preciosos jardines, ¡trabajo de chinos!.
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