Se cree que los orígenes de las Geishas son del período Edo (1600-1868). Estas mujeres envueltas en hermosos kimonos, que caminan a pasitos rápidos y cortos por las estrechas calles de Kyoto, con la cara pintada de blanco, con gesto de dulzura sin igual siguen causando fascinación y curiosidad después de más de 400 años.
Kyoto es la capital del mundo de las Geishas. Las Geishas y Maikos vivían en “hanamachis” (ciudad de flores). En la actualidad viven en cinco barrios en Kyoto: Ponto-cho, Gion-Kobu, Gion-Higashi, Miyagawa-cho y Kamishichiken. En kiotense (dialecto de Kyoto) geisha es geiko.
Una Maiko es una muchacha de entre 15 y 20 años que se halla en proceso de aprendizaje para convertirse en una Geiko. Durante cinco años, la Maiko vive en una okiya (casa de Geishas) bajo la tutela de una Geisha anciana (Okami-san) y estudia artes tradicionales japonesas, como la danza, el canto, la ceremonia del té y el shamisen (instrumento de cuerdas). Durante el aprendizaje también realizan prácticas de su arte con clientes, normalmente acompañadas de una Geiko, que hace de asesora.
Reciben tal entrenamiento que parecen museos vivientes de la cultura japonesa. El quimono y los ornamentos del pelo y del obi (faja del kimono) representan los altos logros.
La palabra Geisha proviene de los fonemas chinos “Gei”, que quiere decir arte y “Sha” que significa persona.
Si nos remontamos años atrás, podríamos sacar sus raíces del “kabuki odori” (bailarines del teatro ambulantes). Estas bailarinas realmente eran hombres en su mayoría, que se encargaban de distraer y servir a los samurais.
Estas mujeres no son prostitutas, las Geishas son animadoras altamente cualificadas que cobran por animar los actos sociales en Japón. Ellas sólo se encargaban de distraer a los hombres, dándoles conversación, con danza, o tocando el shamisen. Las geishas y maikos que bailaban se denominaban Tachikata, y las que se dedicaban a tocar un instrumento, Jikata.
Contaban con un pacto de silencio, por lo que cualquier hombre podía estar tranquilo con las conversaciones que se mantuvieran delante de ella, o con ella.
En el pasado por culpa de la hambruna las niñas eran vendidas por sus padres para dedicarse a este oficio.
En la actualidad lo escogen ellas mismas. El propietario de la okiya tiene un encuentro con la muchacha y sus padres para saber si su interes es sincero, ya que la okiya invierte mucho dinero en la educación y en el vestuario de la futura Geisha.
Cuando la Maiko finaliza su formación y se convierte en Geiko, puede marcharse de la okiya y vivir independientemente. A partir de este momento es libre para tener novio, pero si se casa debe abandonar el mundo de las Geishas.
Contrata el mejor seguro para tu viaje al mejor precio
Completa tu viaje con todas las actividades al mejor precio
Alquila tu coche con hasta un 15% de descuento
Diferencias entre una Maiko y una Geiko
Las Geiko llevan una peluca (katsura) con muy pocos adornos y muy discretos (una peineta de ébano), mientras que las Maiko lucen su propia melena con un peinado complejo y numerosos adornos de vivos colores, llamados kanzashi. Estos son como orquillas planas forradas en coloridas sedas, y los mismos cuentan con una larga colección para cada mes del año.
Debido a lo elaborado de los peinados, y al coste económico que representaba, las maikos iban una vez a la semana al peluquero, y para no estropear su peinado, debían dormir en un omaku o makura, una especie de mueble de madera que lleva una pequeña almohada, donde se apoya la nuca.
Para mantener el brillo y color del cabello, las maiko utilizaban una pasta a base de aceites y tintes que el peluquero colocaba antes del peinado. Debido a ese producto pringoso que llevaban por días, y a los constantes tirones de pelo en el peinado de sus largas cabelleras, las maikos sufrían de alopecia prematura.
Las Maiko visten elaborados kimonos de manga larga, mientras que el de las Geiko es más sencillo y tiene las mangas más cortas.
En el maquillaje también hay diferencia, las maikos pintan su cara de blanco, pero dejan una línea de piel sin pintar alrededor de la raíz del pelo, sus mejillas van pintadas con polvos color rosa oscuro.La parte de afuera del ojo va maquillado en rojo, así como las cejas. La forma de pintar sus labios también es distinta, en una primera fase sólo pinta en rojo el labio inferior. Cuando la maiko ha avanzado en su aprendizaje, maquilla en rojo sus dos labios. El maquillaje de la Geiko es mucho más discreto. Su cara también se pinta en blanco, y no deja la línea del color de su piel, ésta es recubierta con la katsura. Sus mejillas llevan un polvo color rosa más suave. Sus ojos llevan una línea negra dentro y fuera del ojo, y la parte de afuera del ojo la maquilla de un profundo rojo. Las cejas las pinta de negro, y sus dos labios van pintados de rojo en su totalidad.
El Obi es el cinturón que va desde la parte baja del pecho, hasta la parte baja del abdomen. El mismo, además de su función decorativa, le sirve tanto a la geisha como a la maiko para reforzar la espalda, y poder mantener la postura que utilizan sentadas de rodillas.
El Obi de las maikos mide aproximadamente 5 metros de largo, con hermosos diseños y elegantemente terminados con hilos en dorado y plata. El de las Geishas se denomina maru. Éste es menos ancho que el de las maiko, aproximadamente 60 cms y mide 4 metros de largo.
El Obi-dome es como una especie de pasador, que se coloca a nivel de la cintura frente al Obi.
Los de las Maiko son llamados pocchiri, y suelen ser muy decorados, en coral, amatista, jade, agatas, y son muy pesados. Los de las Geishas son más pequeños que el de las maikos y menos elaborados, apenas los utilizan. Son hechos con conchas de tortuga, de coral y de otros materiales.
El Obi-Jime es una cuerda que se usa a manera de cinturón, en medio del Obi. El de las Maikos tiene un ancho de 3,5 cms y es de colores vistosos. El de la Geishas mide unos 2 cms y son de colores pálidos.
El Hakimono es el nombre que recibe el calzado usado por las geishas. Las maiko utilizan sandalias o zuecos llamados Okobo, de aproximadamente 10 cm de alto, son de paulownia (madera autóctona de Japón). La cinta que va entre los dedos, cambia de color a medida que avanza en su aprendizaje, comenzando por el rojo, continua el rosa, y finalmente el color lila. Los okobo llevan un cascabel dentro, por lo que si se oye uno es que una Geisha anda cerca.
Los tabis son los calcetines blancos, que usan maikos y las geishas. Se cosen con una separación en los dedos.
Kasa se les llama a los paraguas o sombrillas de seda y bambú utilizados en la antigüedad, hoy en día no se usan. Las maikos los usaban en color rojo, y las geishas en colores pasteles pálidos.
El Ozashiki-Kago. Es una bolsa con forma de caja que utilizan tanto geishas como maikos. El de las maikos es de colores llamativos y estampado, y el de las geishas es más discreto y en colores pasteles.
En la actualidad se utiliza un bolso de mano, pero con las mismas características en cuanto al color.
Una Geisha de categoria cuenta con más de veinticuatro kimonos.
Etapas y ceremonias para ser Geisha
La niña vendida adquiría una “deuda” con su compradora, que pagaría con el dinero que ofrecerían por ella, cuando se convirtiera en maiko, y más tarde en Geisha. Al principio la Shikomi (nombre que recibe en el periodo de aprendizaje), realizaba tareas de servicio, y su formación se iniciaba con clases de canto, baile, modales, ikebana, ceremonia del té, shodô, pero también era importante que tuviera educación, y por tanto asistían al colegio.
La Shikomi debe encontrar una oneesan (hermana mayor), la cual será su tutora.
Cuando alcanzaba la edad de 15 años, ésta era ascendida a ser maiko, que es la que antecede a la Geisha, para ello se realiza una ceremonia para su nombramiento.
Antes del nombramiento, se celebra la ceremonia denominada omisedashi, que representa el debut de la maiko. Ese día, se cuelgan carteles con el nombre de la nueva maiko y el de su oneesan, así como de la okiya a la que pertenecen. Se hacen pequeñas hojas con la misma información, las cuales se distribuyen en todas las okiyas del hanamachi.
Al día siguiente, se realiza la ceremonia del san-san-kudo (tres-tres-cambios). En esta ceremonia, la maiko y la oneesan-Geisha de ésta se ofrecen mutuamente sake (licor de arroz), y beben tres sorbos, de tres copas pequeñas. Luego intercambian la copa con la okaasan de la okiya, y con los cinco testigos de la ceremonia.
La nueva maiko, recibe un nombre nuevo dado por su oneesan-Geisha que se convierte en la confidente y protectora de la nueva maiko, y es a la que le corresponde continuar con el proceso de entrenamiento de la futura Geisha, esta etapa se denomina Minarai. Es responsabilidad de la oneesan-Geisha, llevar a la maiko al ozashiki donde la maiko asistirá de oyente y observadora del trabajo que realiza su Geisha hermana. Allí conoce a potenciales clientes, y se da a conocer mientras continua su fase de entrenamiento.
Cuando su okaasan considera que ya es el momento, la maiko realiza una nueva ceremonia que se denomina Mizuage. Ésta consistía en la venta de su virginidad. A veces el que ofrecía dinero por una maiko, luego se convertía en su danna, es decir en su protector, aunque la palabra significa literalmente “marido”, no se casaban con las maikos, y la mayoría de estos dannas ya estaban casados. La encargada de “negociar” la desfloración era la okaasan.
Después de la II Guerra Mundial esta práctica fue prohibida, así como la venta de las niñas a las okiyas. Hoy en día, las geishas y maikos que existen en Japón, lo son para mantener esta tradición, así como también les corresponde a ellas la libre elección y selección de mantener o no relaciones sexuales, o de tener un danna.
Cuando la maiko cumple 20 años ya estará preparada para ser una Geisha. Se realiza nuevamente con una ceremonia denominada Erikae. En ella, la maiko cambia su forma de vestir, utiliza un kimono kosode en vez del furisode llevado hasta ahora, y el cuello de su kimono pasa de rojo a blanco, así como su maquillaje y peinado.
Cuando la geisha decide retirarse de la vida pública, se realiza la última ceremonia dentro de su vida como geisha. La ceremonia se denomina Hiki-iwai.
En la antigüedad, una geisha se podía retirar cuando su danna pagaba la totalidad de su deuda con la okaasan de la Okiya.
En cualquier caso, la geisha debe preparar esta celebración, invitando a todas que la han ayudado durante su carrera, incluyendo la okaasan, y a sus colegas del hanamachi. La geisha ofrece de regalo a sus compañeras, oneesan, y okaasan cajas con arroz, las cuales expresan la gratitud y llevan un mensaje oculto. Si el arroz es blanco y cocido, quiere decir que no volverá más al hanamachi, mientras que si está llena de arroz y de judías rojas, existe una posibilidad de que vuelva.
Dentro de la Okiya la geisha recibe un papel, como símbolo de su liberación. Éste es triangular, y lleva caligrafiado el nombre de la geisha, su verdadero nombre y el kanji hiki-iwai.
Muy pocas geishas corrían con la suerte de ser esposadas, la mayoría han muerto solas y abandonadas.
Siempre se ha mostrado al mundo la imagen de simpatía, seducción y fascinación en una Geisha, pero ¿Qué sienten realmente en su interior?
Artículos relacionados:
15 marzo, 2016 a las 18:04
No conocía todo esto! tiene que ser dificil andar con esos zapatones. Y los calcetines?? Muy incómodo. no??
17 marzo, 2016 a las 14:14
Los zapatos es como balancearse sobre tus pies y los calcetines… pues ni te acuerdas que los llevas porque con preocuparte de no caerte de los zapatos es suficiente. Por cierto, tengo en casa los calcetines si quieres te les dejo y pruebas.